SÁBADO 4 DE SEPTIEMBRE DE 2010
Grandísimos dos próximos eventos y el imposible de anoche
4 insoliteces Atentamente suyo: quéinsólito a las 15:56Resulta que ayer salí por aquí por mi zona. Nada de ir al centro porque además no tengo un duro debido a los excesos de tanto salir de este mes. Este mes de septiembre sólo saldré dos veces. El Viernes 17, que pienso ir al Tonker del Eagle de nuevo, y el sábado 25 que es la HardOn y quiero ir por primera vez a ver como es eso. www.hardonclub.co.uk/ Supongo que será un desbarajuste total y absoluto sin nombre y se verá de todo. Por eso tengo que ir, ahora que me viene un buen racimo de fines de semana en off. Dicen que es como lo más fuerte de todo Londres, por lo tanto, es indispensable ir para luego venir corriendo a contaros, según me acuerde, todo lo que he visto y todo lo que me ha pasado.
La próxima salida tremenda será el 9 de octubre. Hacen el Hotwired,http://www.hotwiredlondon.com/ ,que es como un evento novedad que se hace en un sitio secreto que será desvelado el día de antes y del que ya han salido las primeras fotos:
Tiene una pinta tremenda... y además aquí en Londres, estas cosas no son patrimonio de los mariquitas, sino que también van mujeres y está mucho más entretenido. Eso si, tengo que agenciarme unas botas o algo por el estilo porque sino no me dejan entrar. Otro gasto. Menos mal que en la tienda del Hoist ya he preguntado y por 30 libras tengo unas preciosas para toda la vida... El Hotwired supongo que será ya lo último de lo último. Tantísimos miles de personas tan de ese modo, en un sitio tan grandísimo y berlinés...tantas horas... y luego hay after party de la misma gente, mucho más pasada, en otro sitio. Para mi que la after party, que dura desde las 8 de la mañana a las tantas de la tarde, va a ser incluso más interesante. Yo creo que si sobrevivo, volveré muy anciano y muy marcado para toda la vida... pero que le vamos a hacer. Es el precio que las modelos tenemos que pagar para estar siempre en el candelabro. La próxima semana mismo compro las entradas.
Y volviendo a lo que decía, anoche salí pero de una forma muy sosegada. Más que nada porque no hay dinero. Estuve en un pub muy normal con una gente muy normal, algunos de ellos cabin crew también, ya que por mi zona viven todos, y me tomé unas cervezas y un whisky para rematar. Todo parecía ir normal hasta que de repente, entró por la puerta esto:
Claro, yo no sabía que hacer. De repente, al lado de mi casa, un empotrador súper hetero mejor que cualquier empotrador marica, con los típicos brazos de empotrador hetero que ya no son ni esos músculos redondos, sino que pasan a ser como cincelados así a lo bruto rollo partirte la cara por no tenerle limpio el salón y a ti te encanta... Vamos, una delicia. Así que claro...para pasar el rato y tranquilizarme, me tuve que pedir más cervezas. Y allí estuve, haciéndole fotos y disfrutando de su bruterío muchísimo rato. El caso es que como el pub cerraba, nos arremetieron a todos en sólo una habitación, y claro, me puse muy a su lado. Y de repente me dijo: -Hi mate! Que claro, es algo así como “-Que pasa tío!”... una cosa de derretirse uno muchísimo. Y nos pusimos a hablar un poco. Que si en qué trabajaba yo, que si en qué trabajaba él... y claro, cuando me dijo que era ingeniero de hangares, me dio como una sobredosis de mariconez enorme y casi que me salen alas de mariposa y me voy a la porra como persona. Es que éramos la pareja ideal: la mariposa azafata y el toro mecanicorro. Creo que se llama Adam pero no me acuerdo muy bien. Por supuesto jamás se me pasó por la cabeza pedirle número alguno porque estaba claro que el muchacho estaba bebido y no se daba cuenta que tenía al lado una especie de agujero negro que todo lo traga.
Y de repente... pasó lo que uno no se imagina que nunca pasará. Entró un caballo en el pub:
Y contra aquello, no pude luchar. Yo no sé lo que mi Adam le vio, que ya se olvidó de mi y se puso a hablar con aquello. Yo tengo la certeza de que era mujer pero hijos míos...que cosa tan grande... todos le bromeaban sobre lo enorme que era y ella decía que estaba muy contenta y que a los hombres les gustaban así. Jaquetonas. Supongo que para muchas lesbianas, esto será el paralelismo más perfecto a un empotrador. Una empotradora. Y allí me vi apartado por aquello y él se puso a entrarle muchísimo y a mi me miraba como diciéndome: me la voy a llevar... Yo no quería pensar en eso. Mi Adam...con lo perfecto que es para mi, follándose a un caballo!... porque hay que ser sinceros. Igual que un hombre es más bonito cuando es eso...un hombre... una mujer es más bonita cuando es eso, una mujer...no esto, que parecía el Gigante Verde a rayas...
El caso es que de repente no sé que pasó, que ella se fue a la calle, él se fue detrás y ya nunca más supe de nadie. Yo me fui a la cama muy bebido, triste y calentorro. Me hice una paja muy triste y tonta como sin ganas, con el pito muy doblado y como muy que no es el momento pero hay que hacérsela después de ese brazo, y me dormí.
Moraleja: No salgas por tu barrio porque aunque los empotradores son mejores, más que heteros son zoofilos, y para animaladas, mejor irse a desnudarse a un bar marica donde todo está más fácil, cierra tarde y encima te puedes poner modelos que en otro sitio no se entenderían.
Y perdonad por no contestar a nadie. Desde la Biblioteca Pública esta se me hace complicado porque no puedo estar todo el tiempo que quisiera. BT no llama. El lunes llamaré a Virgin que me han dicho que te conectan en una semana. NO AGUANTO MÁS.
La próxima salida tremenda será el 9 de octubre. Hacen el Hotwired,http://www.hotwiredlondon.com/ ,que es como un evento novedad que se hace en un sitio secreto que será desvelado el día de antes y del que ya han salido las primeras fotos:
Tiene una pinta tremenda... y además aquí en Londres, estas cosas no son patrimonio de los mariquitas, sino que también van mujeres y está mucho más entretenido. Eso si, tengo que agenciarme unas botas o algo por el estilo porque sino no me dejan entrar. Otro gasto. Menos mal que en la tienda del Hoist ya he preguntado y por 30 libras tengo unas preciosas para toda la vida... El Hotwired supongo que será ya lo último de lo último. Tantísimos miles de personas tan de ese modo, en un sitio tan grandísimo y berlinés...tantas horas... y luego hay after party de la misma gente, mucho más pasada, en otro sitio. Para mi que la after party, que dura desde las 8 de la mañana a las tantas de la tarde, va a ser incluso más interesante. Yo creo que si sobrevivo, volveré muy anciano y muy marcado para toda la vida... pero que le vamos a hacer. Es el precio que las modelos tenemos que pagar para estar siempre en el candelabro. La próxima semana mismo compro las entradas.
Y volviendo a lo que decía, anoche salí pero de una forma muy sosegada. Más que nada porque no hay dinero. Estuve en un pub muy normal con una gente muy normal, algunos de ellos cabin crew también, ya que por mi zona viven todos, y me tomé unas cervezas y un whisky para rematar. Todo parecía ir normal hasta que de repente, entró por la puerta esto:
Claro, yo no sabía que hacer. De repente, al lado de mi casa, un empotrador súper hetero mejor que cualquier empotrador marica, con los típicos brazos de empotrador hetero que ya no son ni esos músculos redondos, sino que pasan a ser como cincelados así a lo bruto rollo partirte la cara por no tenerle limpio el salón y a ti te encanta... Vamos, una delicia. Así que claro...para pasar el rato y tranquilizarme, me tuve que pedir más cervezas. Y allí estuve, haciéndole fotos y disfrutando de su bruterío muchísimo rato. El caso es que como el pub cerraba, nos arremetieron a todos en sólo una habitación, y claro, me puse muy a su lado. Y de repente me dijo: -Hi mate! Que claro, es algo así como “-Que pasa tío!”... una cosa de derretirse uno muchísimo. Y nos pusimos a hablar un poco. Que si en qué trabajaba yo, que si en qué trabajaba él... y claro, cuando me dijo que era ingeniero de hangares, me dio como una sobredosis de mariconez enorme y casi que me salen alas de mariposa y me voy a la porra como persona. Es que éramos la pareja ideal: la mariposa azafata y el toro mecanicorro. Creo que se llama Adam pero no me acuerdo muy bien. Por supuesto jamás se me pasó por la cabeza pedirle número alguno porque estaba claro que el muchacho estaba bebido y no se daba cuenta que tenía al lado una especie de agujero negro que todo lo traga.
Y de repente... pasó lo que uno no se imagina que nunca pasará. Entró un caballo en el pub:
Y contra aquello, no pude luchar. Yo no sé lo que mi Adam le vio, que ya se olvidó de mi y se puso a hablar con aquello. Yo tengo la certeza de que era mujer pero hijos míos...que cosa tan grande... todos le bromeaban sobre lo enorme que era y ella decía que estaba muy contenta y que a los hombres les gustaban así. Jaquetonas. Supongo que para muchas lesbianas, esto será el paralelismo más perfecto a un empotrador. Una empotradora. Y allí me vi apartado por aquello y él se puso a entrarle muchísimo y a mi me miraba como diciéndome: me la voy a llevar... Yo no quería pensar en eso. Mi Adam...con lo perfecto que es para mi, follándose a un caballo!... porque hay que ser sinceros. Igual que un hombre es más bonito cuando es eso...un hombre... una mujer es más bonita cuando es eso, una mujer...no esto, que parecía el Gigante Verde a rayas...
El caso es que de repente no sé que pasó, que ella se fue a la calle, él se fue detrás y ya nunca más supe de nadie. Yo me fui a la cama muy bebido, triste y calentorro. Me hice una paja muy triste y tonta como sin ganas, con el pito muy doblado y como muy que no es el momento pero hay que hacérsela después de ese brazo, y me dormí.
Moraleja: No salgas por tu barrio porque aunque los empotradores son mejores, más que heteros son zoofilos, y para animaladas, mejor irse a desnudarse a un bar marica donde todo está más fácil, cierra tarde y encima te puedes poner modelos que en otro sitio no se entenderían.
Y perdonad por no contestar a nadie. Desde la Biblioteca Pública esta se me hace complicado porque no puedo estar todo el tiempo que quisiera. BT no llama. El lunes llamaré a Virgin que me han dicho que te conectan en una semana. NO AGUANTO MÁS.
MIÉRCOLES 1 DE SEPTIEMBRE DE 2010
Mi primera emergencia a bordo y la salida del jueves-viernes todo de seguido
9 insoliteces Atentamente suyo: quéinsólito a las 20:43Siento como siempre este desastre de vacíos en las actualicaciones. La linea ya esta contratada pero no sé que hacen que no vienen a ponernos la conexión. Estoy ya harto pero bueno, que remedio. Este país es así. Para unas cosas una maravilla, y para otras, las menos, una burocracia tontísima.
Pasaré a contar lo más destacado de los últimos días.
Mi primera emergencia a bordo.
El otro día volábamos a Kaunas, en Lituania. Llevaba una tripulación bastante simpática y buena. Con algunos ya había volado. Andaba yo atendiendo un call bell de un pasajero mientras la número uno estaba haciendo el trolley de los gifts, cuando de repente escuché a una señora gritar en la parte de delante. Enseguida miré y un capitán que llevábamos de jumpseat saltó de su asiento a ayudar a la señora. Yo dejé todo y me fui corriendo por el pasillo a ver que pasaba. Allí me encontré a una señora llorando y gritando con su hijo tirado en el suelo como con unas convulsiones tremendísimas y vomitando sangre y como espuma... una visión horrorosa. El niño tendría como 6 años. Enseguida me vino a la cabeza el procedimiento en emergencia medica y así actué. Enseguida vinieron mis compañeros y de repente notamos que el niño dejaba de respirar. La número uno la dos empezaron a hacerle el masaje cardiorespiratorio y yo me fui corriendo a coger la botella de oxígeno. Cuando volví, estaban dándole el segundo masaje y el niño parece que volvió en si porque se puso a toser. Yo ya me puse a llorar como una madalena y me agaché para cogerle la manita a ver como estaba. La madre os imagináis, estaba casi peor que su hijo...la situación era como de lo peor que he visto. Entonces le levanté las piernas y le preguntamos a la madre que si era alérgico o había comido algo. La madre no sabía ni papa de inglés así que hice un PA en inglés, a ver si alguien hablaba lituano e inglés. Una señora vino y le tradujo. Parece que el niño no había sido alérgico a nada nunca, ni estaba comiendo nada. Hicimos un PA pidiendo un médico pero nada. Le puse el oxígeno muy bien puesto sin mirar a la madre, vaya que me viera llorar y se asustara más, y así estuvimos un ratito hasta que el niño se durmió. Claro, en esa situación...sin saber exactamente que le pasa, nos daba miedo dejarlo dormir. Le tomaba el pulo y era casi intomable. Respirar respiraba, pero muy descompasado.
Le dije a la número uno, que podría ser una ataque epiléptico, ya que según lo que estudiamos en el trainning, se suelen dormir tras el ataque. Le hicimos el time fit y el time sleep y llamamos al capitán para contarle todo. Decidió que lo mejor era hacer una aterrizaje de emergencia en Polonia, ya que estábamos pasando por allí. Y así fue. Lo de asegurar la cabina en una situación así, hacer que los pasajeros se sienten, se abrochen los cinturones, etc etc, no me digais como se hace pero lo hicimos. Al niño lo sentamos con su madre y al aterrizar, la verdad que se le veía como mejor. En Polonia había dos ambulancias esperándonos, y subieron al avión dos o tres militronchos que casi me caigo al suelo. No os los puedo describir porque sobrepasaban lo que por “hombre” se entiende. Una maravilla. Yo, que del susto se me había olvidado los tíos, de repente de nuevo me vi súper marica y súper empotrable y me tranquilicé muchísimo.
Parece que el niño se puso mucho mejor porque incluso lo subimos de nuevo a bordo y a la hora despegábamos por fin rumbo a Kaunas. Estuvo la media hora de vuelo siguiente dormido y la madre, cuando aterrizamos, sonrió muchísimo, supongo de verse en casa por fin con su hijo. Que melodramático que soy pero es que era una situación tan peliculera!... El vuelo de vuelta a Londres fue muy tranquilo...pero estuve todo el tiempo con los ojos llorosos. Es que uno lo piensa y era tan pequeño, tan mono... con estas cosas uno luego se siente muy bien. Se da cuenta que su trabajo sirve de algo. Que no todo es vender (para mi es lo menos importante, aunque hay que hacerlo), y que lo más importante es el pasajero. Esta compañía no quiere mucho a sus empleados, y estoy convencido que a mi tripulación y a mi no nos pondrán un buen report por esto, aun cuando por entregar las revistas al revés, te pueden poner uno malo. Sinceramente, no me importa. Me sentí luego tan bien, que por la noche ni me hice paja ni nada.
Y ahora pasemos a lo que de verdad nos in-teresa...
La salida del jueves-viernes todo de seguido.
Decidí el jueves pasado que había que salir muchísimo. Estaba en casa tan aburrido que me puse mono y me dije. A beber y luego lo que sea!. Y allí que me fui al centro a beber muchísimo. Estuve primero por el Soho tomando alguna cervecilla. Como siempre digo, está muy turístico, pero para por la tarde esta muy bien. Bebí en el Rupert St, para ver al camarero tremendo que como no, allí estaba, y en el Admirald, que me gusta mucho. Luego ya decidí pasar a mayores y me fui a Vauxhall al Barcode, que estaba a medio gas. A medio gas, pero la gente que había no tenía desperdicio. Estaba yo sentado en un taburete bebiéndome la 7 cerveza cuando de repente apareció un adefesio horroroso como vestido a lo Carl Laguerfeld pero de las barranquillas que se me echó encima y se puso a darme picos. Hablando y hablando, me ofreció Meth, que es Methadrona, o sea, ferticilante de plantas. Claro, yo me asusté y le dije que ni loco, que a ver si me iban a salir unos geranios tremendos en el culo y me iba a salir a cantar Los Piconeros desnudo por aquel barrio en esta ciudad tan grande. Total, que me bebí otra y me fui al Gravity, que es el Fire, pero los jueves. También estaba a medio gas, pero también la gente que había era como para no tenerla en cuenta.
De primeras, en el baño, haciendo pipí en la pared, apareció un señor que se metía lo que fuera por la nariz y me ofreció. Le dije: No será Meth... y me dijo que si. Yo no sé en esta ciudad... lo que tienen con los fertilizantes... no me veo tomándome eso. Imaginate que me la están metiendo y de repente empieza a germinarme un tulipán precioso en el culo que empuja al pito hacia fuera y ya no me la pueden meter nunca más... ni hablar.
Bailando y bailando conocí a un muchacho monísimo. Mathew. Moníiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo pero hasta decir basta. Monísimo. Una cara masculina, guapísimo... a mi me tenía loco, así que le invité a muchas copas gastándome el dinero que no tengo. Pero es que era tan mono... y bebía tanto... me tenía enamorado. No sé como trascendió la cosa porque no me acuerdo de mucho, que me preguntó que si quería dormir con él. Claro, yo le dije que si pero que por favor, esperara un poco que era muy temprano y yo aun no tenía cuerpo de dormir... pero esperamos poco, la verdad. Enseguida, sobre las 4, ya íbamos camino de su casa con un amigo suyo. Que yo recuerde era por Islington, pero vete tu a saber. Luego resultó que su casa no era su casa, sino la de su amigo, y que nosotros teníamos que dormir en un sillón plegable en el salón. La odisea de abrir el sillón con ese pedo que llevábamos fue tremenda. Yo creo que le dio hasta bajón. No sabíamos...yo me ponía de un lado a ver si salía una pata pero salía la otra...en fin...al final medio abrimos algo y nos metimos en el catafalco ese.
Nos restregamos muchísimo y le olí muchísimo. Olía tan bien...era tan mono además...yo lo abrazaba muchísimo como si fuese el último hombre en tirarme antes de reasignarme de sexo... era... tremendo... pero yo no sé que pasó, que de repente el muchacho se me agobió, me dijo que me tenía que ir, y claro, me fui. No sin antes darnos los teléfonos, que no ha servido para nada porque me falta un número y encima tengo una letra por en medio en vez de otro. Algo tal que así: 076993g762. Un desproposito.
Así que claro, decidí, que a una hora como esa, que serían las 7 o las 8, no me podía ir a casa con ese pedo que aun tenía yo tan estupendo. Y claro, me fui a la Pleasuredome, que es una sauna que hay cerca de Waterloo que sé que habría 24h. Nada que ver con la Center, por cierto. Cuando yo llegué estaba vacía. Y hasta las 11 de la mañana no sirven alcohol... así que me dije: pues voy a explorar a ver como es todo sin gente. Y bueno, es bastante cutre. Las cabinas donde se realizan los encuentros son como unas conejeras excavadas en la pared, donde hay que entrar como agachado, y el suelo es de colchoneta y ya uno se cierra la puerta y se queda con el partener allí. Me pareció tremendo y de súper tirado así que decidí que en cuanto hubiera gente, volvería a ver como eran con elementos dentro. En la barra había un muchacho muy mono de la República Checa con el que hablé muchísimo y al que pretendí muchísimo, pero claro, él era muy profesional y no me quiso invitar a nada. Una pena porque cuando dieron las 11, ya estaba yo con un sueño que pa que...menos mal que el me avisó de que ya servían alcohol y allí que de nuevo empecé a massieler. Bebí muchísimo, tanto, que de nuevo me puse pedo y claro, empezó a llegar gente a eso de las 3 de la tarde. A eso de las 6 ya era aquello un no parar. Así que decidí que lo mejor era explorar las conejeras a ver como eran con gente.
Esquema de las conejeras de la Pleasuredome.
Y eran un desatino insolito completo. De una salía una pierna al pasillo y al pasar por delante se veía a una señor mayor dormido con el culo en pompa y la toalla como metida por la raja muy desagradablemente desagradable... en otra había como un calvo recostado como posando sexi pero sin tenerse cariño por si mismo, en otra olía a caca y ya está... en otra había dos liados con la puerta abierta y las toallas hechas un murrullo en un rincón. En fin, que aquello no me pareció ni elegante, ni disfrutable ni nada. Además, pasé por una que me fijé, y había dentro como dos señores, al fondo del todo en un rincón, con una luz muy tenue y una peste a popper, pies, pito y culo que salía de allí, que me recordó muchísimo a la celda donde Esther y Tirsa, pasaron 4 años en Ben-Hur, y pillaron la lepra. Así que no me gustó y me fui.
Y claro...a donde ir con otra vez ese pedo tan enorme y a esas horas...que ya sería como las 9. Pues al Eagle que me fui. El Eagle de Londres es recomendadísimo. Sobre todo los viernes. Hacen la fiesta Tonker, que es como la fiesta donde van los empotradores a ser vistos y dejarse ver. Además son unos empotradores rollo eagle, es decir, nada de reinas y tontadas de esas. Los había de todo tipo...pero en general aquello era como pisar el cielo. Yo le hice fotos a varios pero estas dos son las únicas que se ven medio que. Son del mismo...encima llevaba una camiseta del Space de Madrid... era tremendo hijos...
Allí me saludó un chico muy salao y simpático, que me dijo que me leía mucho y que era muy seguidor. Me hizo mucha gracia la verdad, que me puedan aun poner cara. Desde aquí le mando muchos saludos. Salimos a la terraza los dos a disfrutar del fresco de la noche londinense. En la terraza dan como una barbacoa gratis y todos los empotradores comen muchísimo y beben y fuman rodeados de hombres tremendos haciendo de aquella terraza como el sitio donde yo quisiera que tiraran mis cenizas para que me pisoteen muchísimo con esas botas y esos sobacos y esos olores. Por cierto, que hay un camarero rubio TREMENDO que me tiene enamorado y al que sé que me declararé tarde o temprano.
Y claro, donde ir luego?...porque ya era la hora de ir a algún sitio serio... Pues mi fan y yo nos fuimos al Hoist, que el decía que no lo conocía y yo si pero necesitaba ir de nuevo. Así que allí que nos fuimos...total, pilla al lado. Toda la zona de Vauxhall es un must. De Hoist ya me acuerdo de poco. Sólo sé que entré, que no me vi vestido para la ocasión, y que ni corto ni perezoso me subí a la tienda de los morbos que hay en la planta de arriba y me compré esto:
Los vi muy apropiados y como ya robé un día los azules y me regalaron los de cuero, así voy haciendo fondo de armario. Ya tengo tres modelos de cerda. Y claro, me los puse. Y por allí andé. Sé que tuve un encuentro torrido pero no me puedo acordar ni en que consistió ni con quién fue, solo sé que creo que fue en el baño y que duró un santiamén. Menos mal que no tengo a quien preguntarle detalles porque seguro que era horroroso...a saber... igual era mono...
Y claro...a las 4... cuando el Hoist cierra... donde ir después de 24h non-stop?. Pues me fui al Fitldas, que es en el Union, otro club de Vauxhall, que los viernes está muy bien. Allí estuve muy bebedor, como siempre, con un musión del quince, y con una gente muy desfasada que había allí. Por supuesto con mis calzoncillos puestos nuevos pasando un calor y unos sudores de chinches que pa que. Y un negrito me habló. Me presentó a sus amigos, me quisieron echar GHB en la copa, les dije que no, nos fuimos en taxi a casa de unos de ellos después de bailar mucho y de que nos calléramos muy bien, estuvimos en la casa aquellas hasta las 5 de la tarde, yo bebiendo y ellos drogándose muchísimo, me terminé liando con uno en el salón cuando decidieron poner un edredón en el suelo para dormitar, un segundo se quiso unir pero yo no le dejé pegándole manotazos sin que mi amante se diera cuenta, y nos dormimos muy abrazados hasta media tarde. Cuando me desperté me di cuenta que con el que me había liado no era tan mono, tenía un diente mellado, me espanté, dije que me tenía que ir, y me pillé el bus desde Elephant & Castle hasta Holborn y de allí me fui a casa muy espeluznado de haber salido tantísimo, haber conocido a tantísiama gente, haber gastado tantísimo dinero y haber tenido el valor de seguir con la misma ropa excepto unos calzoncillos de una goma buenísima.
Pasaré a contar lo más destacado de los últimos días.
Mi primera emergencia a bordo.
El otro día volábamos a Kaunas, en Lituania. Llevaba una tripulación bastante simpática y buena. Con algunos ya había volado. Andaba yo atendiendo un call bell de un pasajero mientras la número uno estaba haciendo el trolley de los gifts, cuando de repente escuché a una señora gritar en la parte de delante. Enseguida miré y un capitán que llevábamos de jumpseat saltó de su asiento a ayudar a la señora. Yo dejé todo y me fui corriendo por el pasillo a ver que pasaba. Allí me encontré a una señora llorando y gritando con su hijo tirado en el suelo como con unas convulsiones tremendísimas y vomitando sangre y como espuma... una visión horrorosa. El niño tendría como 6 años. Enseguida me vino a la cabeza el procedimiento en emergencia medica y así actué. Enseguida vinieron mis compañeros y de repente notamos que el niño dejaba de respirar. La número uno la dos empezaron a hacerle el masaje cardiorespiratorio y yo me fui corriendo a coger la botella de oxígeno. Cuando volví, estaban dándole el segundo masaje y el niño parece que volvió en si porque se puso a toser. Yo ya me puse a llorar como una madalena y me agaché para cogerle la manita a ver como estaba. La madre os imagináis, estaba casi peor que su hijo...la situación era como de lo peor que he visto. Entonces le levanté las piernas y le preguntamos a la madre que si era alérgico o había comido algo. La madre no sabía ni papa de inglés así que hice un PA en inglés, a ver si alguien hablaba lituano e inglés. Una señora vino y le tradujo. Parece que el niño no había sido alérgico a nada nunca, ni estaba comiendo nada. Hicimos un PA pidiendo un médico pero nada. Le puse el oxígeno muy bien puesto sin mirar a la madre, vaya que me viera llorar y se asustara más, y así estuvimos un ratito hasta que el niño se durmió. Claro, en esa situación...sin saber exactamente que le pasa, nos daba miedo dejarlo dormir. Le tomaba el pulo y era casi intomable. Respirar respiraba, pero muy descompasado.
Le dije a la número uno, que podría ser una ataque epiléptico, ya que según lo que estudiamos en el trainning, se suelen dormir tras el ataque. Le hicimos el time fit y el time sleep y llamamos al capitán para contarle todo. Decidió que lo mejor era hacer una aterrizaje de emergencia en Polonia, ya que estábamos pasando por allí. Y así fue. Lo de asegurar la cabina en una situación así, hacer que los pasajeros se sienten, se abrochen los cinturones, etc etc, no me digais como se hace pero lo hicimos. Al niño lo sentamos con su madre y al aterrizar, la verdad que se le veía como mejor. En Polonia había dos ambulancias esperándonos, y subieron al avión dos o tres militronchos que casi me caigo al suelo. No os los puedo describir porque sobrepasaban lo que por “hombre” se entiende. Una maravilla. Yo, que del susto se me había olvidado los tíos, de repente de nuevo me vi súper marica y súper empotrable y me tranquilicé muchísimo.
Parece que el niño se puso mucho mejor porque incluso lo subimos de nuevo a bordo y a la hora despegábamos por fin rumbo a Kaunas. Estuvo la media hora de vuelo siguiente dormido y la madre, cuando aterrizamos, sonrió muchísimo, supongo de verse en casa por fin con su hijo. Que melodramático que soy pero es que era una situación tan peliculera!... El vuelo de vuelta a Londres fue muy tranquilo...pero estuve todo el tiempo con los ojos llorosos. Es que uno lo piensa y era tan pequeño, tan mono... con estas cosas uno luego se siente muy bien. Se da cuenta que su trabajo sirve de algo. Que no todo es vender (para mi es lo menos importante, aunque hay que hacerlo), y que lo más importante es el pasajero. Esta compañía no quiere mucho a sus empleados, y estoy convencido que a mi tripulación y a mi no nos pondrán un buen report por esto, aun cuando por entregar las revistas al revés, te pueden poner uno malo. Sinceramente, no me importa. Me sentí luego tan bien, que por la noche ni me hice paja ni nada.
Y ahora pasemos a lo que de verdad nos in-teresa...
La salida del jueves-viernes todo de seguido.
Decidí el jueves pasado que había que salir muchísimo. Estaba en casa tan aburrido que me puse mono y me dije. A beber y luego lo que sea!. Y allí que me fui al centro a beber muchísimo. Estuve primero por el Soho tomando alguna cervecilla. Como siempre digo, está muy turístico, pero para por la tarde esta muy bien. Bebí en el Rupert St, para ver al camarero tremendo que como no, allí estaba, y en el Admirald, que me gusta mucho. Luego ya decidí pasar a mayores y me fui a Vauxhall al Barcode, que estaba a medio gas. A medio gas, pero la gente que había no tenía desperdicio. Estaba yo sentado en un taburete bebiéndome la 7 cerveza cuando de repente apareció un adefesio horroroso como vestido a lo Carl Laguerfeld pero de las barranquillas que se me echó encima y se puso a darme picos. Hablando y hablando, me ofreció Meth, que es Methadrona, o sea, ferticilante de plantas. Claro, yo me asusté y le dije que ni loco, que a ver si me iban a salir unos geranios tremendos en el culo y me iba a salir a cantar Los Piconeros desnudo por aquel barrio en esta ciudad tan grande. Total, que me bebí otra y me fui al Gravity, que es el Fire, pero los jueves. También estaba a medio gas, pero también la gente que había era como para no tenerla en cuenta.
De primeras, en el baño, haciendo pipí en la pared, apareció un señor que se metía lo que fuera por la nariz y me ofreció. Le dije: No será Meth... y me dijo que si. Yo no sé en esta ciudad... lo que tienen con los fertilizantes... no me veo tomándome eso. Imaginate que me la están metiendo y de repente empieza a germinarme un tulipán precioso en el culo que empuja al pito hacia fuera y ya no me la pueden meter nunca más... ni hablar.
Bailando y bailando conocí a un muchacho monísimo. Mathew. Moníiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo pero hasta decir basta. Monísimo. Una cara masculina, guapísimo... a mi me tenía loco, así que le invité a muchas copas gastándome el dinero que no tengo. Pero es que era tan mono... y bebía tanto... me tenía enamorado. No sé como trascendió la cosa porque no me acuerdo de mucho, que me preguntó que si quería dormir con él. Claro, yo le dije que si pero que por favor, esperara un poco que era muy temprano y yo aun no tenía cuerpo de dormir... pero esperamos poco, la verdad. Enseguida, sobre las 4, ya íbamos camino de su casa con un amigo suyo. Que yo recuerde era por Islington, pero vete tu a saber. Luego resultó que su casa no era su casa, sino la de su amigo, y que nosotros teníamos que dormir en un sillón plegable en el salón. La odisea de abrir el sillón con ese pedo que llevábamos fue tremenda. Yo creo que le dio hasta bajón. No sabíamos...yo me ponía de un lado a ver si salía una pata pero salía la otra...en fin...al final medio abrimos algo y nos metimos en el catafalco ese.
Nos restregamos muchísimo y le olí muchísimo. Olía tan bien...era tan mono además...yo lo abrazaba muchísimo como si fuese el último hombre en tirarme antes de reasignarme de sexo... era... tremendo... pero yo no sé que pasó, que de repente el muchacho se me agobió, me dijo que me tenía que ir, y claro, me fui. No sin antes darnos los teléfonos, que no ha servido para nada porque me falta un número y encima tengo una letra por en medio en vez de otro. Algo tal que así: 076993g762. Un desproposito.
Así que claro, decidí, que a una hora como esa, que serían las 7 o las 8, no me podía ir a casa con ese pedo que aun tenía yo tan estupendo. Y claro, me fui a la Pleasuredome, que es una sauna que hay cerca de Waterloo que sé que habría 24h. Nada que ver con la Center, por cierto. Cuando yo llegué estaba vacía. Y hasta las 11 de la mañana no sirven alcohol... así que me dije: pues voy a explorar a ver como es todo sin gente. Y bueno, es bastante cutre. Las cabinas donde se realizan los encuentros son como unas conejeras excavadas en la pared, donde hay que entrar como agachado, y el suelo es de colchoneta y ya uno se cierra la puerta y se queda con el partener allí. Me pareció tremendo y de súper tirado así que decidí que en cuanto hubiera gente, volvería a ver como eran con elementos dentro. En la barra había un muchacho muy mono de la República Checa con el que hablé muchísimo y al que pretendí muchísimo, pero claro, él era muy profesional y no me quiso invitar a nada. Una pena porque cuando dieron las 11, ya estaba yo con un sueño que pa que...menos mal que el me avisó de que ya servían alcohol y allí que de nuevo empecé a massieler. Bebí muchísimo, tanto, que de nuevo me puse pedo y claro, empezó a llegar gente a eso de las 3 de la tarde. A eso de las 6 ya era aquello un no parar. Así que decidí que lo mejor era explorar las conejeras a ver como eran con gente.
Esquema de las conejeras de la Pleasuredome.
Y eran un desatino insolito completo. De una salía una pierna al pasillo y al pasar por delante se veía a una señor mayor dormido con el culo en pompa y la toalla como metida por la raja muy desagradablemente desagradable... en otra había como un calvo recostado como posando sexi pero sin tenerse cariño por si mismo, en otra olía a caca y ya está... en otra había dos liados con la puerta abierta y las toallas hechas un murrullo en un rincón. En fin, que aquello no me pareció ni elegante, ni disfrutable ni nada. Además, pasé por una que me fijé, y había dentro como dos señores, al fondo del todo en un rincón, con una luz muy tenue y una peste a popper, pies, pito y culo que salía de allí, que me recordó muchísimo a la celda donde Esther y Tirsa, pasaron 4 años en Ben-Hur, y pillaron la lepra. Así que no me gustó y me fui.
Y claro...a donde ir con otra vez ese pedo tan enorme y a esas horas...que ya sería como las 9. Pues al Eagle que me fui. El Eagle de Londres es recomendadísimo. Sobre todo los viernes. Hacen la fiesta Tonker, que es como la fiesta donde van los empotradores a ser vistos y dejarse ver. Además son unos empotradores rollo eagle, es decir, nada de reinas y tontadas de esas. Los había de todo tipo...pero en general aquello era como pisar el cielo. Yo le hice fotos a varios pero estas dos son las únicas que se ven medio que. Son del mismo...encima llevaba una camiseta del Space de Madrid... era tremendo hijos...
Allí me saludó un chico muy salao y simpático, que me dijo que me leía mucho y que era muy seguidor. Me hizo mucha gracia la verdad, que me puedan aun poner cara. Desde aquí le mando muchos saludos. Salimos a la terraza los dos a disfrutar del fresco de la noche londinense. En la terraza dan como una barbacoa gratis y todos los empotradores comen muchísimo y beben y fuman rodeados de hombres tremendos haciendo de aquella terraza como el sitio donde yo quisiera que tiraran mis cenizas para que me pisoteen muchísimo con esas botas y esos sobacos y esos olores. Por cierto, que hay un camarero rubio TREMENDO que me tiene enamorado y al que sé que me declararé tarde o temprano.
Y claro, donde ir luego?...porque ya era la hora de ir a algún sitio serio... Pues mi fan y yo nos fuimos al Hoist, que el decía que no lo conocía y yo si pero necesitaba ir de nuevo. Así que allí que nos fuimos...total, pilla al lado. Toda la zona de Vauxhall es un must. De Hoist ya me acuerdo de poco. Sólo sé que entré, que no me vi vestido para la ocasión, y que ni corto ni perezoso me subí a la tienda de los morbos que hay en la planta de arriba y me compré esto:
Los vi muy apropiados y como ya robé un día los azules y me regalaron los de cuero, así voy haciendo fondo de armario. Ya tengo tres modelos de cerda. Y claro, me los puse. Y por allí andé. Sé que tuve un encuentro torrido pero no me puedo acordar ni en que consistió ni con quién fue, solo sé que creo que fue en el baño y que duró un santiamén. Menos mal que no tengo a quien preguntarle detalles porque seguro que era horroroso...a saber... igual era mono...
Y claro...a las 4... cuando el Hoist cierra... donde ir después de 24h non-stop?. Pues me fui al Fitldas, que es en el Union, otro club de Vauxhall, que los viernes está muy bien. Allí estuve muy bebedor, como siempre, con un musión del quince, y con una gente muy desfasada que había allí. Por supuesto con mis calzoncillos puestos nuevos pasando un calor y unos sudores de chinches que pa que. Y un negrito me habló. Me presentó a sus amigos, me quisieron echar GHB en la copa, les dije que no, nos fuimos en taxi a casa de unos de ellos después de bailar mucho y de que nos calléramos muy bien, estuvimos en la casa aquellas hasta las 5 de la tarde, yo bebiendo y ellos drogándose muchísimo, me terminé liando con uno en el salón cuando decidieron poner un edredón en el suelo para dormitar, un segundo se quiso unir pero yo no le dejé pegándole manotazos sin que mi amante se diera cuenta, y nos dormimos muy abrazados hasta media tarde. Cuando me desperté me di cuenta que con el que me había liado no era tan mono, tenía un diente mellado, me espanté, dije que me tenía que ir, y me pillé el bus desde Elephant & Castle hasta Holborn y de allí me fui a casa muy espeluznado de haber salido tantísimo, haber conocido a tantísiama gente, haber gastado tantísimo dinero y haber tenido el valor de seguir con la misma ropa excepto unos calzoncillos de una goma buenísima.
VIERNES 13 DE AGOSTO DE 2010
Ya no hay piloto. Resulta que el otro día me encontré a una amiga cabin crew también, le estuve contando lo enamorado que estaba de él, las cosas que estaba tramando para averiguar cosas de su vida, etc etc, me preguntó su nombre y resulta que son íntimos, que está casado, que tiene una hija y que para nada es marica. Luego al rato se presentó como por arte de magia en el mismo bar en el que yo estaba, estuve ya por fin hablando con él de forma normal, y decididamente no es marica... en fin, habrá que seguir buscando...
...el caso es que como me rompió el corazón muchísimo, ayer decidí que tenía que salir a buscar al hombre de mi vida y eso hice. Me fui a mis líos. Y tengo que decir que he encontrado a otro hombre por el que ya suspiro muchísimo. Esto de Londres es un no parar! Os lo cuento todo con más pelos que señales.
Sobre las 6 de la tarde llegué al centro y comenzamos a beber muchísimo como locos. Quedé con dos amigos muy majos españoles, que también son unos grandísimos profesionales de la bebida, y allí estuvimos dándole al pitraque. Caí rendidamente enamorado de un camarero del Ruper St, bar del Soho que siempre me ha gustado mucho. Como ya andaba algo massieleado, empecé a hacerle fotos pero sin ningún cuidado ni disimulo. Aquí está la más salvable. A mi me parecía ideal para novio de chupársela mucho mientras te sonríe y tu te agarras la patorras... pero nada, a mi sólo me sonreía un poco cada vez que pedía una pinta, y por eso acabé como acabé, de tantas veces que me tuvo que sonreír el muchacho.
De allí nos fuimos al Vault, que es el sitio este de medio pelo donde la gente se desnuda si quiere y se chupan los pitos por los rincones. Yo estuve todo el rato en la barra hablando con unos y con otros. Con el camarero, que ya me conoce y me pone los whiskys triples, intenté ligar un poco porque el muchacho lo merece pero nada, imposible. Eso si, robé un bote de popper estupendo que lo tengo en la habitación y que cuando sepa como se abre, comenzaré a usar. Es como de un abre difícil tremendo … tengo que investigar. El caso es que ya llegó un momento que estaba todo el mundo en pelotas y nosotros tres vestidos, así que decidí que era el momento de despelotarse para no hacer el ridículo. Allí que me despeloté y estuve explicándole a un muchacho que me hablaba mucho, que lo de no poder fumar en los locales me parece un acierto estupendo pero una vez uno se desnuda en un barra con un whisky en la mano, debería consentirse fumar. Fumar muy borracho desnudo en un bar es algo sublime que todo el mundo debería vivir. Menos mal que en España aun dejan.
Fui al baño varias veces a hacer pipí de todo lo que llevaba bebiendo y en una de esas perdí a mis dos amigos. Uno creo que se metió en una zona amplia y semi oscura que huele a caca donde está todo el mundo chupándose muchísimo los pitos y metiéndose los pitos por el culo y nunca más supe de él. Al otro lo vi como hablar muchísimo con un señor en un sofá y luego desapareció con ese señor supongo y tampoco supe nada más de él, así que como me quedé sólo, decidí que o me iba, o exploraba un poco. Y exploré. Me fui a la zona semi-oscura que huele a caca y me senté en un taburete a ver el espectáculo. Delante de mi había como una especie de bolo de hombres desnudos reliados entre ellos, unos sentados y otros de pié o de medio lado, chupándose lo que podían y metiéndose mucho popper. Y junto a ellos había un señor mayor con las tetas muy caídas y desagradables, sentado en un sofá con una pierna cruzada, con un iPhone escuchando la radio. Lo sé, porque luego lo vi en la barra hablando con otro sobre lo bien que se escuchaba la radio en la zona semi-oscura que huele a caca. Una cosa sublime de sitio.
Volví al rato a la barra porque la gente era un poco fea y además no me gusta mucho lo de reliarme con la gente desnuda que huele a caca. Y me di cuenta que había un chico muy mono, de muy buen cuerpo, que ya lo había visto antes en la barra también, y en la zona semi-oscura, siempre a mi lado. Pensé:Siempre está a mi lado vaya yo a donde vaya. A ver si me está buscando...? Y claro, me puse a hablar con él.
Almadhi es de Arabia Saudí, debe tener como 30 años y es una cosa de mono que no se puede aguantar. De cara es como estos tremendos tuaregs guapísimos, con la cara angulosa esa árabe tan estupenda con un toque occidental, una sonrisa de morirse y un cuerpo de estos mazados pero no mucho, algo más bajo que yo y sin ningún pelo. Y una piel morena desiertosa preciosa. Vamos, yo estaba prendadísimo. Cultísimo además. Se podía hablar de todo con él. Decía que España para él era el país más fascinante que ha conocido. Yo le pregunté qué le veía a españa y me dijo que era impresionante lo que hemos avanzado saliendo de una dictadura como veníamos, siendo un país rural como éramos, y habiendo tenido una Guerra Civil horrorosa. Que el carácter de no tomarse nada tan seriamente, de vivir en la calle, de tener tantas fiestas, de ser amables, de sonreír tanto, y de tener una política social más avanzada por ejemplo que Francia, que siempre fue modernísima pero ahora nosotros, porque sí, lo somos más. Y claro, yo le tuve que decir que si encantadísimo y como con unos caracolillos que me salieron en el pelo de lo orgulloso que me puse.
El caso es que decidimos que había que irse a otro sitio, que aquello estaba muy rollo. Nos vestimos y salimos con un muchacho muy majo con él que había yo hablado antes. Fuimos a un pub que hay al lado de la estación de Heuston y nos bebimos como 3 pintas en un momento. Yo ya iba un poco María Joménez en El Rocío pero bueno, agauntaba el tipo como podía... y allí noté como que a mi Almadhi yo le gustaba. Claro, me puse de los nervios porque tan mono, tan así, tan árabe, tan exótico... total, que me puse a hacerle caritas. El otro muchacho que venía con nosotros como que se percató … y el pobre incluso nos dijo que éramos un encanto pero que si molestaba, se iba. A mi me dio mucha pena, con lo salao que era, así que le dije que ni hablar, quese quedara con nosotros aunque fuera tan feo. Es que era horroroso... pero muy salao. Y allí se quedó. Por cierto, mirad que cosa tan sofisticadisimamente étnica y monísima londinense vi ayer en el metro:
Y eso que en persona era muchísimo mejor...la pena es que estaba metido en un rincón y no se podía hacer bien la foto...yo hice lo que pude...pero hubiera hecho muchísimo más...aunque no había sitio ni para ponerse de rodillas a su lado.
Bueno, sigo. No sé a cuento de qué, cogimos un taxi y nos fuimos al Heaven de Charing Cross. Hacía como.. sin exagerar... 10 años que no pisaba esa mítica discoteca. Fue mi primera disco marica en Londres y fue mágico volver. Sigue igual...la recordaba más pequeña... Mi Almadhi fue allí donde ya me dejó claro que le gustaba muchísimo. Me cogía de la mano entra la gente y me llevaba a la barra de la mano a tomar algo, cosa que me ponía súper señorita y me sentía súper novia saliendo con su novio y con mis amigas a la sesión light de la tarde. Me daba piquitos y yo le invitaba a todas las copas del mundo. El otro muchacho, el pobre, ya si que se dio cuenta que no pegaba mucho y de repente desapareció. Pobre... pero claro, yo ya estaba entregadísimo a mi Almadhi.
Bailamos un poquito y a las 4 o así serían, nos fuimos. Le compré muchísimas empanadas en el súper 24h de Trafalgar Square... no sé porqué me dio por pagarle todo, pero era como una neura...y mira que el muchacho se le veía de dineros. Pues nada. Me puse más moro que él y no pagó el muchacho ni el taxi. Comimos sentados mirando a la Columna de Nelson y allí me ofreció irme a dormir a su casa. Creo recordar que me dijo algo del estilo: “No creo que vayamos a tener sexo”, pero no me acuerdo muy bien. El caso es que a su casa era obligatorio ir y allí que nos fuimos. Una casa blanca preciosa que tiene rollo duplex, en Pimlico, al sur del Támesis. Nos metimos en la cama y no recuerdo si nos liamos un poco o un mucho...yo sé que enseguida me quedé frito.... ya era hora...
Esta mañana nos hemos estado despertando muchísimo y cada vez que me despertaba, me agarraba muchísimo a su brazo que era como 97 brazos míos, y me pasaba su pierna por encima de la mía, que también era como 97 piernas mías. Yo me sentía tan tan tan Amanda Woodward en Melrose Place o El Roce me Place, cuando se acostaba con unos y con otros y la escena justo antes del polvo era un beso así en fundido, sonaba como una trompeta sensual y luego la siguiente escena era ella ya con la cabeza sobre el pecho del empotrador, pasándole la mano por encima así como en círculos. Pues yo hacía eso mismo con mi moro.
Así estuvimos muchísimo, en esa habitación tan blanquísima y tan mona. El se levantaba de repente para ir al baño a hacer pipí o a beber agua, y con ese tono de piel tan moreno, esa espalda tan tremendísima con tanto bulto, ese hombro...ese culo...que el culo era como de estos que son perfectos...que claro, yo me quedaba en la cama tiradísimo mirándo a la moldura del techo y pensando que yo quisiera ser bebereba para que me llevase por el desierto y me hiciera la preferida de su haren... Luego ya volvía en mi, y me veía en esa habitación tan blanca, todo tan limpio, y de repente mis pelos del pito tan oscuros de repente, que parecía aquello un hormiguero...
Y de repente pasó lo inesperado. En una de estas de despertarnos, noté que se empezaba a toquetear. Claro, yo pensé para mi. Ya está. Ya se va a calentar la cosa.... y claro, como que yo me puse en situación facilona así como libidinoso y como ya al tanto de lo que tenía que pasar y mostrando claramente que estaba de acuerdo a que se liara ya el tema. Pues bueno, el empezó a toquetearse más y más hasta que me dijo: -Me voy a pajear. Claro, yo en ese momento me descolocó tanto que le dije que muy bien que hacía pero no supe que hacer yo. Y allí empezó a pajearse tumbado a mi lado, yo mirando a la moldura y pensando en que mis pelos eran como un hormiguero en aquella habitación tan blanca, y sin saber si tocarlo, chuparle el pito, hacerle la paja yo, o hacerme yo una a su lado...que al final no lo hice porque me parece de muy mala educación, que encima soy un invitado. Allí estuvo el muchacho hasta que de repente hizo chin chin chin! Se corrió, se levantó, se limpió, otra vez me quedé ennortado con las espaldas, se duchó y se bajó al salón diciéndome que me quedase a dormir más rato si quería. Yo durante la paja tendría que estar así. Como Laura Bush...
Claro, imaginaos mi situación. Ningudeadísimo, desnudo, en la cama de un moro monísimo, sin haber tenido sexo con él pero habiendo presenciado una paja preciosa suya a mi lado. Tengo que reconocer que intenté hacerme un poco yo una a mi manera...pero me salió una paja muy fea y muy a destiempo y como de consolación y a mitad paré y me fui a la ducha. Luego bajé, estaba el monísimo en albornoz, me invitó a un café, se vistió un poquino y me acompañó hasta el metro. Me tiene loco! Lo quiero muchísimo! Y quiero que se haga más pajas a mi lado!. De pito no está mal. es todo como muy a lo monísimo!
Ya lo he localizado en Facebook y ya le he pedido amistad y todo. Tengo que seguir en contacto con él para que sea mi marido. Viva Arabia Saudí. Viva los moros! Viva sus pajas!
...el caso es que como me rompió el corazón muchísimo, ayer decidí que tenía que salir a buscar al hombre de mi vida y eso hice. Me fui a mis líos. Y tengo que decir que he encontrado a otro hombre por el que ya suspiro muchísimo. Esto de Londres es un no parar! Os lo cuento todo con más pelos que señales.
Sobre las 6 de la tarde llegué al centro y comenzamos a beber muchísimo como locos. Quedé con dos amigos muy majos españoles, que también son unos grandísimos profesionales de la bebida, y allí estuvimos dándole al pitraque. Caí rendidamente enamorado de un camarero del Ruper St, bar del Soho que siempre me ha gustado mucho. Como ya andaba algo massieleado, empecé a hacerle fotos pero sin ningún cuidado ni disimulo. Aquí está la más salvable. A mi me parecía ideal para novio de chupársela mucho mientras te sonríe y tu te agarras la patorras... pero nada, a mi sólo me sonreía un poco cada vez que pedía una pinta, y por eso acabé como acabé, de tantas veces que me tuvo que sonreír el muchacho.
De allí nos fuimos al Vault, que es el sitio este de medio pelo donde la gente se desnuda si quiere y se chupan los pitos por los rincones. Yo estuve todo el rato en la barra hablando con unos y con otros. Con el camarero, que ya me conoce y me pone los whiskys triples, intenté ligar un poco porque el muchacho lo merece pero nada, imposible. Eso si, robé un bote de popper estupendo que lo tengo en la habitación y que cuando sepa como se abre, comenzaré a usar. Es como de un abre difícil tremendo … tengo que investigar. El caso es que ya llegó un momento que estaba todo el mundo en pelotas y nosotros tres vestidos, así que decidí que era el momento de despelotarse para no hacer el ridículo. Allí que me despeloté y estuve explicándole a un muchacho que me hablaba mucho, que lo de no poder fumar en los locales me parece un acierto estupendo pero una vez uno se desnuda en un barra con un whisky en la mano, debería consentirse fumar. Fumar muy borracho desnudo en un bar es algo sublime que todo el mundo debería vivir. Menos mal que en España aun dejan.
Fui al baño varias veces a hacer pipí de todo lo que llevaba bebiendo y en una de esas perdí a mis dos amigos. Uno creo que se metió en una zona amplia y semi oscura que huele a caca donde está todo el mundo chupándose muchísimo los pitos y metiéndose los pitos por el culo y nunca más supe de él. Al otro lo vi como hablar muchísimo con un señor en un sofá y luego desapareció con ese señor supongo y tampoco supe nada más de él, así que como me quedé sólo, decidí que o me iba, o exploraba un poco. Y exploré. Me fui a la zona semi-oscura que huele a caca y me senté en un taburete a ver el espectáculo. Delante de mi había como una especie de bolo de hombres desnudos reliados entre ellos, unos sentados y otros de pié o de medio lado, chupándose lo que podían y metiéndose mucho popper. Y junto a ellos había un señor mayor con las tetas muy caídas y desagradables, sentado en un sofá con una pierna cruzada, con un iPhone escuchando la radio. Lo sé, porque luego lo vi en la barra hablando con otro sobre lo bien que se escuchaba la radio en la zona semi-oscura que huele a caca. Una cosa sublime de sitio.
Volví al rato a la barra porque la gente era un poco fea y además no me gusta mucho lo de reliarme con la gente desnuda que huele a caca. Y me di cuenta que había un chico muy mono, de muy buen cuerpo, que ya lo había visto antes en la barra también, y en la zona semi-oscura, siempre a mi lado. Pensé:Siempre está a mi lado vaya yo a donde vaya. A ver si me está buscando...? Y claro, me puse a hablar con él.
Almadhi es de Arabia Saudí, debe tener como 30 años y es una cosa de mono que no se puede aguantar. De cara es como estos tremendos tuaregs guapísimos, con la cara angulosa esa árabe tan estupenda con un toque occidental, una sonrisa de morirse y un cuerpo de estos mazados pero no mucho, algo más bajo que yo y sin ningún pelo. Y una piel morena desiertosa preciosa. Vamos, yo estaba prendadísimo. Cultísimo además. Se podía hablar de todo con él. Decía que España para él era el país más fascinante que ha conocido. Yo le pregunté qué le veía a españa y me dijo que era impresionante lo que hemos avanzado saliendo de una dictadura como veníamos, siendo un país rural como éramos, y habiendo tenido una Guerra Civil horrorosa. Que el carácter de no tomarse nada tan seriamente, de vivir en la calle, de tener tantas fiestas, de ser amables, de sonreír tanto, y de tener una política social más avanzada por ejemplo que Francia, que siempre fue modernísima pero ahora nosotros, porque sí, lo somos más. Y claro, yo le tuve que decir que si encantadísimo y como con unos caracolillos que me salieron en el pelo de lo orgulloso que me puse.
El caso es que decidimos que había que irse a otro sitio, que aquello estaba muy rollo. Nos vestimos y salimos con un muchacho muy majo con él que había yo hablado antes. Fuimos a un pub que hay al lado de la estación de Heuston y nos bebimos como 3 pintas en un momento. Yo ya iba un poco María Joménez en El Rocío pero bueno, agauntaba el tipo como podía... y allí noté como que a mi Almadhi yo le gustaba. Claro, me puse de los nervios porque tan mono, tan así, tan árabe, tan exótico... total, que me puse a hacerle caritas. El otro muchacho que venía con nosotros como que se percató … y el pobre incluso nos dijo que éramos un encanto pero que si molestaba, se iba. A mi me dio mucha pena, con lo salao que era, así que le dije que ni hablar, quese quedara con nosotros aunque fuera tan feo. Es que era horroroso... pero muy salao. Y allí se quedó. Por cierto, mirad que cosa tan sofisticadisimamente étnica y monísima londinense vi ayer en el metro:
Y eso que en persona era muchísimo mejor...la pena es que estaba metido en un rincón y no se podía hacer bien la foto...yo hice lo que pude...pero hubiera hecho muchísimo más...aunque no había sitio ni para ponerse de rodillas a su lado.
Bueno, sigo. No sé a cuento de qué, cogimos un taxi y nos fuimos al Heaven de Charing Cross. Hacía como.. sin exagerar... 10 años que no pisaba esa mítica discoteca. Fue mi primera disco marica en Londres y fue mágico volver. Sigue igual...la recordaba más pequeña... Mi Almadhi fue allí donde ya me dejó claro que le gustaba muchísimo. Me cogía de la mano entra la gente y me llevaba a la barra de la mano a tomar algo, cosa que me ponía súper señorita y me sentía súper novia saliendo con su novio y con mis amigas a la sesión light de la tarde. Me daba piquitos y yo le invitaba a todas las copas del mundo. El otro muchacho, el pobre, ya si que se dio cuenta que no pegaba mucho y de repente desapareció. Pobre... pero claro, yo ya estaba entregadísimo a mi Almadhi.
Bailamos un poquito y a las 4 o así serían, nos fuimos. Le compré muchísimas empanadas en el súper 24h de Trafalgar Square... no sé porqué me dio por pagarle todo, pero era como una neura...y mira que el muchacho se le veía de dineros. Pues nada. Me puse más moro que él y no pagó el muchacho ni el taxi. Comimos sentados mirando a la Columna de Nelson y allí me ofreció irme a dormir a su casa. Creo recordar que me dijo algo del estilo: “No creo que vayamos a tener sexo”, pero no me acuerdo muy bien. El caso es que a su casa era obligatorio ir y allí que nos fuimos. Una casa blanca preciosa que tiene rollo duplex, en Pimlico, al sur del Támesis. Nos metimos en la cama y no recuerdo si nos liamos un poco o un mucho...yo sé que enseguida me quedé frito.... ya era hora...
Esta mañana nos hemos estado despertando muchísimo y cada vez que me despertaba, me agarraba muchísimo a su brazo que era como 97 brazos míos, y me pasaba su pierna por encima de la mía, que también era como 97 piernas mías. Yo me sentía tan tan tan Amanda Woodward en Melrose Place o El Roce me Place, cuando se acostaba con unos y con otros y la escena justo antes del polvo era un beso así en fundido, sonaba como una trompeta sensual y luego la siguiente escena era ella ya con la cabeza sobre el pecho del empotrador, pasándole la mano por encima así como en círculos. Pues yo hacía eso mismo con mi moro.
Así estuvimos muchísimo, en esa habitación tan blanquísima y tan mona. El se levantaba de repente para ir al baño a hacer pipí o a beber agua, y con ese tono de piel tan moreno, esa espalda tan tremendísima con tanto bulto, ese hombro...ese culo...que el culo era como de estos que son perfectos...que claro, yo me quedaba en la cama tiradísimo mirándo a la moldura del techo y pensando que yo quisiera ser bebereba para que me llevase por el desierto y me hiciera la preferida de su haren... Luego ya volvía en mi, y me veía en esa habitación tan blanca, todo tan limpio, y de repente mis pelos del pito tan oscuros de repente, que parecía aquello un hormiguero...
Y de repente pasó lo inesperado. En una de estas de despertarnos, noté que se empezaba a toquetear. Claro, yo pensé para mi. Ya está. Ya se va a calentar la cosa.... y claro, como que yo me puse en situación facilona así como libidinoso y como ya al tanto de lo que tenía que pasar y mostrando claramente que estaba de acuerdo a que se liara ya el tema. Pues bueno, el empezó a toquetearse más y más hasta que me dijo: -Me voy a pajear. Claro, yo en ese momento me descolocó tanto que le dije que muy bien que hacía pero no supe que hacer yo. Y allí empezó a pajearse tumbado a mi lado, yo mirando a la moldura y pensando en que mis pelos eran como un hormiguero en aquella habitación tan blanca, y sin saber si tocarlo, chuparle el pito, hacerle la paja yo, o hacerme yo una a su lado...que al final no lo hice porque me parece de muy mala educación, que encima soy un invitado. Allí estuvo el muchacho hasta que de repente hizo chin chin chin! Se corrió, se levantó, se limpió, otra vez me quedé ennortado con las espaldas, se duchó y se bajó al salón diciéndome que me quedase a dormir más rato si quería. Yo durante la paja tendría que estar así. Como Laura Bush...
Claro, imaginaos mi situación. Ningudeadísimo, desnudo, en la cama de un moro monísimo, sin haber tenido sexo con él pero habiendo presenciado una paja preciosa suya a mi lado. Tengo que reconocer que intenté hacerme un poco yo una a mi manera...pero me salió una paja muy fea y muy a destiempo y como de consolación y a mitad paré y me fui a la ducha. Luego bajé, estaba el monísimo en albornoz, me invitó a un café, se vistió un poquino y me acompañó hasta el metro. Me tiene loco! Lo quiero muchísimo! Y quiero que se haga más pajas a mi lado!. De pito no está mal. es todo como muy a lo monísimo!
Ya lo he localizado en Facebook y ya le he pedido amistad y todo. Tengo que seguir en contacto con él para que sea mi marido. Viva Arabia Saudí. Viva los moros! Viva sus pajas!
LUNES 9 DE AGOSTO DE 2010
Es mono pero no monísimo. Mono. Ayer era por la tarde cuando llegaba a la estación a esperar el tren que me llevaría al aeropuerto. Volaba a Oslo. Sentado y pensando en pitos por el culo, mirando al horizonte, alguien interrumpió mi soledad. Una voz masculina a mi derecha.
-Vas a Murcia?
-No, a Oslo
-Ah, que pena...
Esa sensación tan especial y única que te dice "he de chupársela" me recorrió el cuerpo. Un hombre de camisa blanca, pantalón negro y maletín del mismo color, de pié, junto a mi, me sonreía. Era piloto. Lo adiviné por la maleta y la corbata. De mi misma compañía. Se sentó a mi lado. Me corrí (a un lado del banco) para dejarle sitio mientras mi membrana anal a modo de himen que creo que tengo, se abria en forma de flor dando la bienvenida a la polinización.
Hablamos. Mucho. El trayecto del tren fue un suspiro. Le pregunté por sus rutinas de vuelo y el por las mías. Su tono de voz dejaba claro, al menos eso creo, que era mariquita. Sus gestos pausados y medidos, su elegancia a la hora de mirar, su gentlemanidad o como coño se diga... todo lo convertía en un caballero marica digno de cagarle el pito. De repente sacó de la maleta las barras de los hombros de la camisa. Se las puso. Me prendé.
Llegamos al aeropuerto en 10 minutos. Decidí salir primero con bárbara duda de si esperarlo en el andén, en el baño o tirar una moneda al suelo delante suya y no salir ni del tren. Finalmente salí primero. Recorrí el andén sin querer mirar atrás y sin saber si debía o no esperarlo. Recorrí la terminal con mi majestuosa baratez y llegué al VP9, control del staff del aeropuerto.
Y allí estaba él. Se quitaba su cinturón... su chaqueta... Yo hacía lo mismo detrás, con mi pito echando gotitas de orina en el calzoncillo ya que me meaba muchísimo. El olor recorrió mis alrededores pero pensé: "que parezca que es alguna con la regla". Y me hice el tonto. Pasé el scanner y volví a recoger mis cosas. Allí estaba de nuevo él y me miró. Me sonrió. Le sonrreí. La peste a pipí era tremenda. De repente cogió su maleta y antes de dar el primer paso, volvió la cabeza, me sonrió, me guiñó y se encaminó por el pasillo perdiéndose en la lejanía. Yo me apresuré a vestirme y guardar mis cosas lo antes posible pero los de seguridad estaban escaneando mi bolsa con los líquidos (pasta de dientes, desodorante...) y me hacían perder un tiempo precioso. De repente se detuvieron en la baselina para los labios y me dijeron que no la podía pasar. "No se preocupe, tírela", les dije. "Mejor. Con él prefiero sin baselina..." Me dije.
Corrí por la terminal con mi maleta como una azafata de los años 70 que busca desesperadamente a su amante pilot antes de salir destinado a Hong Kong... No lo encontré. Al menos me sirvió para airearme el calzoncillo y secar mis restos de pipí.
Llegué a la Crew Room y de repente allí estaba sumergido en un mar de papeleos. Pasé a su lado y miró de reojo. No podía atenderme puesto que andaba hablando con el otro piloto. Hice mi check-in, firmé y me fui a mi briefing table, que por suerte, era la más cercana a la suya. Llegó mi tripulación, comenzó nuestro briefing y le miré de reojo. Varias veces. En una de ellas contestó con un gesto. Se fue. Me quedé oliendo a pipí junto con una muchacha pintada como una muñeca hinchable y un chico que siempre me ha parecido disminuido.
Nos volveremos a cruzar?
LO ANHELO CON HACHE INTERCALADÍSIMA!
-Vas a Murcia?
-No, a Oslo
-Ah, que pena...
Esa sensación tan especial y única que te dice "he de chupársela" me recorrió el cuerpo. Un hombre de camisa blanca, pantalón negro y maletín del mismo color, de pié, junto a mi, me sonreía. Era piloto. Lo adiviné por la maleta y la corbata. De mi misma compañía. Se sentó a mi lado. Me corrí (a un lado del banco) para dejarle sitio mientras mi membrana anal a modo de himen que creo que tengo, se abria en forma de flor dando la bienvenida a la polinización.
Hablamos. Mucho. El trayecto del tren fue un suspiro. Le pregunté por sus rutinas de vuelo y el por las mías. Su tono de voz dejaba claro, al menos eso creo, que era mariquita. Sus gestos pausados y medidos, su elegancia a la hora de mirar, su gentlemanidad o como coño se diga... todo lo convertía en un caballero marica digno de cagarle el pito. De repente sacó de la maleta las barras de los hombros de la camisa. Se las puso. Me prendé.
Llegamos al aeropuerto en 10 minutos. Decidí salir primero con bárbara duda de si esperarlo en el andén, en el baño o tirar una moneda al suelo delante suya y no salir ni del tren. Finalmente salí primero. Recorrí el andén sin querer mirar atrás y sin saber si debía o no esperarlo. Recorrí la terminal con mi majestuosa baratez y llegué al VP9, control del staff del aeropuerto.
Y allí estaba él. Se quitaba su cinturón... su chaqueta... Yo hacía lo mismo detrás, con mi pito echando gotitas de orina en el calzoncillo ya que me meaba muchísimo. El olor recorrió mis alrededores pero pensé: "que parezca que es alguna con la regla". Y me hice el tonto. Pasé el scanner y volví a recoger mis cosas. Allí estaba de nuevo él y me miró. Me sonrió. Le sonrreí. La peste a pipí era tremenda. De repente cogió su maleta y antes de dar el primer paso, volvió la cabeza, me sonrió, me guiñó y se encaminó por el pasillo perdiéndose en la lejanía. Yo me apresuré a vestirme y guardar mis cosas lo antes posible pero los de seguridad estaban escaneando mi bolsa con los líquidos (pasta de dientes, desodorante...) y me hacían perder un tiempo precioso. De repente se detuvieron en la baselina para los labios y me dijeron que no la podía pasar. "No se preocupe, tírela", les dije. "Mejor. Con él prefiero sin baselina..." Me dije.
Corrí por la terminal con mi maleta como una azafata de los años 70 que busca desesperadamente a su amante pilot antes de salir destinado a Hong Kong... No lo encontré. Al menos me sirvió para airearme el calzoncillo y secar mis restos de pipí.
Llegué a la Crew Room y de repente allí estaba sumergido en un mar de papeleos. Pasé a su lado y miró de reojo. No podía atenderme puesto que andaba hablando con el otro piloto. Hice mi check-in, firmé y me fui a mi briefing table, que por suerte, era la más cercana a la suya. Llegó mi tripulación, comenzó nuestro briefing y le miré de reojo. Varias veces. En una de ellas contestó con un gesto. Se fue. Me quedé oliendo a pipí junto con una muchacha pintada como una muñeca hinchable y un chico que siempre me ha parecido disminuido.
Nos volveremos a cruzar?
LO ANHELO CON HACHE INTERCALADÍSIMA!
SÁBADO 24 DE JULIO DE 2010
Una pasajera rubia muy Paris Hilton, que se me sienta en la fila 3, fila que junto a la 4 la teniamos bloqueada para el balance del avión. No se quiere cambiar ni para atrás, por más que se lo explicaba. Harto de ella y de lo tonta que era y lo absurda que era, le digo:
YO:-I am so sorry but those rows are closed during the whole flight. Would you mind to move on to anothe ...r available seat? We have plenty of them in the middle of the cabin...
ELLA:-No I am not going to do it!!!...
YO:-Can I check your boarding pass please?
(...)
YO:-Ok, I see you go to Krakow... the first half of the aircraft goes to Rome so you should move on to the second half if you want to go to Krakow...
ELLA:-Ooooh! I didn´t know it!!!...sorry so much and thank you...
ME QUEDÉ MUERTO! VIVA LAS RUBIAS!
Traducción para aquel que no sepa inglés:
YO: -Lo siento mucho pero estas filas permanecen bloqueadas durante todo el vuelo. Tendría la amabilidad de cambiarse a otro asiento? Tiene muchísimos libres en la segunda mitad de la cabina...
ELLA: -No me pienso cambiar de asiento!
YO: -Puedo mirar su targeta de embarque por favor?
(...)
YO: -Ya veo... va vd a Krakovia... la primera mitad del avión va a Roma por lo tanto, debería cambiarse a la segunda mitad del avión si quiere ir a Krakovia...
ELLA: -Oooooh! No lo sabía!!!!... lo siento mucho y gracias eh....
ME QUEDÉ MUERTO! VIVA LAS RUBIAS!
Pero como es posible que se crea que a mitad del vuelo, a 11klms de altura, el avión se parte en dos y la parte de alante se va a Roma y la de atrás se va a Krakovia! SUBLIME.
YO:-I am so sorry but those rows are closed during the whole flight. Would you mind to move on to anothe ...r available seat? We have plenty of them in the middle of the cabin...
ELLA:-No I am not going to do it!!!...
YO:-Can I check your boarding pass please?
(...)
YO:-Ok, I see you go to Krakow... the first half of the aircraft goes to Rome so you should move on to the second half if you want to go to Krakow...
ELLA:-Ooooh! I didn´t know it!!!...sorry so much and thank you...
ME QUEDÉ MUERTO! VIVA LAS RUBIAS!
Traducción para aquel que no sepa inglés:
YO: -Lo siento mucho pero estas filas permanecen bloqueadas durante todo el vuelo. Tendría la amabilidad de cambiarse a otro asiento? Tiene muchísimos libres en la segunda mitad de la cabina...
ELLA: -No me pienso cambiar de asiento!
YO: -Puedo mirar su targeta de embarque por favor?
(...)
YO: -Ya veo... va vd a Krakovia... la primera mitad del avión va a Roma por lo tanto, debería cambiarse a la segunda mitad del avión si quiere ir a Krakovia...
ELLA: -Oooooh! No lo sabía!!!!... lo siento mucho y gracias eh....
ME QUEDÉ MUERTO! VIVA LAS RUBIAS!
Pero como es posible que se crea que a mitad del vuelo, a 11klms de altura, el avión se parte en dos y la parte de alante se va a Roma y la de atrás se va a Krakovia! SUBLIME.
VIERNES 23 DE JULIO DE 2010
Ayer traje de pasajero al hombre de mi vida (otro más...)
5 insoliteces Atentamente suyo: quéinsólito a las 14:04Pues es que fue así. Un hombreeeeee!... que barbaridad.
Resulta que estábamos haciendo el embarque en Estocolmo y andaba yo recibiendo a los pasajeros en cabina con mi sempiterna sonrisa y mis ademanes de señorita de compañía cuando de repente, en las overwings, el cielo se me abrió. Apareció el hombre de los hombres. Una cosa ya que sobrepasaba la primitivez y todo lo que se espera de un hombre para llegar a todavía más aun, que no se entiende como puede ser eso pero era. Como volamos a Skavsta, que es un aeropuerto secundario de Estocolmo en mitad de la nada, supongo que el muchacho sería cabrero o encofrador, porque fino, lo que se dice fino, no era. Voy a intentar describrlo.
De cara era como brutísimo. En los pómulos tenía como esos bultitos pequeños que tienen los boxeadores a cada lado tremendos que le hacían la cara como todavía más cromagnona. Luego unos ojos así como pequeños y rayados, con un pelo corto que le hacía en la nuca la maravillosa morcilla de bruto que es como una arruga que es patria de ellos y que significa normalmente, que ese hombre es lo que uno como peladrusca se merece.
De cuerpo que puedo decir... unos brazos... unos hombros como anchísimos, una espalda... que el muchacho llevaba un polo y de espaldas cuando se torcía se le notaban unas serranías de echarle de comer a parte... y eso que de músculos no era así como de los típicos cachas de gimnásio. No. Este era cachas pero grande y duro en todas las vehementes visiones que se pueden tener de los calificativos estos. No pongo imagen porque no me da tiempo mi me atrevo a hacer fotos de los empotradores que llevamos, que sino...
Claro, yo estaba que no cabía en mi. Él si que hubiera cabido por detrás pero yo en mi no. Encima me tocó hacer la safety demo a su lado, que claro, cuando la mascarilla, me daban ganas de pegársela en el sobaco y respirar muchísimo. O cuando el chaleco salvavidas, que de lo tenso que estaba uno en ese momento, casi que lo inflo al mostrar como se infla tirando de la red strap... menos mal que son de demo y no se inflan, sino con lo inflado que estaba ya yo y el chaleco inflado, iba yo a parecer el muñeco de michelín versión fresca de los aires. Luego me toco el maravilloso momento de asegurar mi parte de la cabina. Y claro, eso significa mirarse todos y cada uno de los pasajeros, a ver si llevan su cinturón. Vamos, mirarle los paquetes. Y claro, en su fila me detuve muchísimo. -Tiene vd su cinturón abrochado? Por favor, los cascos deben estar apagados para despegar. Ya cuando estemos en el aire los puede usar. El reposa brazos por favor, horizontal... me sube la ventanilla para despegar...? Y mientras miraba muchísimo el paquete y los gemelos, que eran como dos madalenas y yo María Magdalena esperando que me apedrearan de lo perra que estaba.
Durante el bar service estuve muy atento a todo lo que me pedía. Una de cervezas que se bebió. Normalmente están más calentorras que yo en ese momento, pero como era él, le ofrecí ponérselas en el cajón del hielo un ratito para que estuvieran fresquitas. La número 2 me miró como extrañada, porque esto no se suele hacer pero se fue sonriendo a ponérlas, supongo que entendiendo que había que hacer todo lo posible para tenerlo contento. Luego a ella le expliqué que lo de ponerle cervezas a un chulo así es, fundamentalmente, a lo que aspiro en la vida. Más aun si viviéramos juntos y el llegara de trabajar y se echara en el sofá a ver el fútbol con los pies en la mesa mientras yo le traigo unas cervecitas con su tapita y el me da un bofetón en el culo mientras paso el cristasol por la mesa. Esto, explicado a una polaca es un siglo pero creo que lo entendió porque se hacía pipí de la risa.
Hubo un momento que el muchacho entró en el baño de cola y ella y yo estábamos sentados detrás. Cuando se giró y nos dio la espalda para cerrar la puerta, se le vio un tatuaje en la espalda con el culo que ya era como de gritar. De hecho grité, me senté en el jumpseat y me apreté el harnés vaya que saliera volando de lo hinchado que estaba. Tuvimos ayer dos chicas haciendo sus vuelos de prueba, como de 20 años, que no sé que se pensarían... ellas como que se reían y me decían que no era para tanto. Les contesté que se lo imaginaran en calzoncillos en tu sofá con un bote de popper abierto en la mesa, y que me dijeran. Una se rió, la que tenía más pinta de fulana, y la otra siguió poniéndo cafés. Yo estaba mareadísimo...un estrés...
Menos mal que fui a checkear los baños, que esto hay que hacerlo cada 20 minutos, vaya que haya alguien desmayado dentro, y cuando desbloqueé uno de ellos y abrí la pierta, me encontré a una niña muy Hannah Montana, abierta de patas con el coño fuera y leyendo una super pop de aquí. Cerré de momento, se me puso mal cuerpo y ya se me pasó el mareo.
Yo de verdad... es que me veo muy fulana cuando son así!
He de confesar que una de sus latas de cerveza la conservo vacía en mi habitación a la espera que lo de las células madre o lo que sea, evolucione más, ahorrar y pueda sacar el adn y hacerme una copia del maromo para que me lleve del brazo por calle, chupársela muchísimo y que me de vida arada.
Resulta que estábamos haciendo el embarque en Estocolmo y andaba yo recibiendo a los pasajeros en cabina con mi sempiterna sonrisa y mis ademanes de señorita de compañía cuando de repente, en las overwings, el cielo se me abrió. Apareció el hombre de los hombres. Una cosa ya que sobrepasaba la primitivez y todo lo que se espera de un hombre para llegar a todavía más aun, que no se entiende como puede ser eso pero era. Como volamos a Skavsta, que es un aeropuerto secundario de Estocolmo en mitad de la nada, supongo que el muchacho sería cabrero o encofrador, porque fino, lo que se dice fino, no era. Voy a intentar describrlo.
De cara era como brutísimo. En los pómulos tenía como esos bultitos pequeños que tienen los boxeadores a cada lado tremendos que le hacían la cara como todavía más cromagnona. Luego unos ojos así como pequeños y rayados, con un pelo corto que le hacía en la nuca la maravillosa morcilla de bruto que es como una arruga que es patria de ellos y que significa normalmente, que ese hombre es lo que uno como peladrusca se merece.
De cuerpo que puedo decir... unos brazos... unos hombros como anchísimos, una espalda... que el muchacho llevaba un polo y de espaldas cuando se torcía se le notaban unas serranías de echarle de comer a parte... y eso que de músculos no era así como de los típicos cachas de gimnásio. No. Este era cachas pero grande y duro en todas las vehementes visiones que se pueden tener de los calificativos estos. No pongo imagen porque no me da tiempo mi me atrevo a hacer fotos de los empotradores que llevamos, que sino...
Claro, yo estaba que no cabía en mi. Él si que hubiera cabido por detrás pero yo en mi no. Encima me tocó hacer la safety demo a su lado, que claro, cuando la mascarilla, me daban ganas de pegársela en el sobaco y respirar muchísimo. O cuando el chaleco salvavidas, que de lo tenso que estaba uno en ese momento, casi que lo inflo al mostrar como se infla tirando de la red strap... menos mal que son de demo y no se inflan, sino con lo inflado que estaba ya yo y el chaleco inflado, iba yo a parecer el muñeco de michelín versión fresca de los aires. Luego me toco el maravilloso momento de asegurar mi parte de la cabina. Y claro, eso significa mirarse todos y cada uno de los pasajeros, a ver si llevan su cinturón. Vamos, mirarle los paquetes. Y claro, en su fila me detuve muchísimo. -Tiene vd su cinturón abrochado? Por favor, los cascos deben estar apagados para despegar. Ya cuando estemos en el aire los puede usar. El reposa brazos por favor, horizontal... me sube la ventanilla para despegar...? Y mientras miraba muchísimo el paquete y los gemelos, que eran como dos madalenas y yo María Magdalena esperando que me apedrearan de lo perra que estaba.
Durante el bar service estuve muy atento a todo lo que me pedía. Una de cervezas que se bebió. Normalmente están más calentorras que yo en ese momento, pero como era él, le ofrecí ponérselas en el cajón del hielo un ratito para que estuvieran fresquitas. La número 2 me miró como extrañada, porque esto no se suele hacer pero se fue sonriendo a ponérlas, supongo que entendiendo que había que hacer todo lo posible para tenerlo contento. Luego a ella le expliqué que lo de ponerle cervezas a un chulo así es, fundamentalmente, a lo que aspiro en la vida. Más aun si viviéramos juntos y el llegara de trabajar y se echara en el sofá a ver el fútbol con los pies en la mesa mientras yo le traigo unas cervecitas con su tapita y el me da un bofetón en el culo mientras paso el cristasol por la mesa. Esto, explicado a una polaca es un siglo pero creo que lo entendió porque se hacía pipí de la risa.
Hubo un momento que el muchacho entró en el baño de cola y ella y yo estábamos sentados detrás. Cuando se giró y nos dio la espalda para cerrar la puerta, se le vio un tatuaje en la espalda con el culo que ya era como de gritar. De hecho grité, me senté en el jumpseat y me apreté el harnés vaya que saliera volando de lo hinchado que estaba. Tuvimos ayer dos chicas haciendo sus vuelos de prueba, como de 20 años, que no sé que se pensarían... ellas como que se reían y me decían que no era para tanto. Les contesté que se lo imaginaran en calzoncillos en tu sofá con un bote de popper abierto en la mesa, y que me dijeran. Una se rió, la que tenía más pinta de fulana, y la otra siguió poniéndo cafés. Yo estaba mareadísimo...un estrés...
Menos mal que fui a checkear los baños, que esto hay que hacerlo cada 20 minutos, vaya que haya alguien desmayado dentro, y cuando desbloqueé uno de ellos y abrí la pierta, me encontré a una niña muy Hannah Montana, abierta de patas con el coño fuera y leyendo una super pop de aquí. Cerré de momento, se me puso mal cuerpo y ya se me pasó el mareo.
Yo de verdad... es que me veo muy fulana cuando son así!
He de confesar que una de sus latas de cerveza la conservo vacía en mi habitación a la espera que lo de las células madre o lo que sea, evolucione más, ahorrar y pueda sacar el adn y hacerme una copia del maromo para que me lleve del brazo por calle, chupársela muchísimo y que me de vida arada.
JUEVES 22 DE JULIO DE 2010
Tengo un problema. No puedo comentar en algunos de los blogs que sigo/blogs que me comentan asiduamente. Resulta que si al comentar se abre una nueva pantalla donde dejar el comentario, no hay problema, pero si no se abre y al pulsar “dejar comentario” se abre la caja justo debajo del post de dicho blog, no sé que pasa que no se cuelga mi comentario... ¿alguien sabe como solucionarlo?
Acabo de recordar un hecho que se me pasó contar en la entrada de mi salida tremendísima del domingo. Resulta que aunque no me drogo nada, no por gusto, sino por necesidad, las drogas siguen a mi alrededor allá a donde salgo. Debe ser que no salgo por el Ritz ni por el Palace, aunque allí las hay igualmente pero no se las toman en libertad ni sin falsas morales como en los sitios a los que voy. El caso es que en el Hoist, el otro día vi una cosa rarísima y que yo sabía que se hacía pero que nunca había visto hacer.
Estaba yo en mi barra bebiendo, creo que antes de que el hombre de mi vida apareciese (seguro que sería antes porque durante y después no atendí a nada nada más que a mi hombre y a mi copa). El caso es que estaba yo bebiendo y contemplando el panorama desolador, cuando de repente vi a un señor de unos 40, que se subía a un sling de esos de trapecio colgado del techo.
El caso es que había otro señor como que lo ayudaba, así como muy delgado y ya como muy consumido, y que una vez lo tuvo al otro colgado del artefacto, sacó un dosificador de drogas, que son unos chismitos muy monos que se llenan de la droga que sea en polvo y luego gracias a un sistema de compuertas, se queda la dosis perfecta lista para esnifarse. Empezó a hacerle judiquerías en el culo, esto es, bofetones, meterle dedos, escupirle...de todo vamos... y finalmente, cogió el dosificador, y le aplicó un poco de droga en el culo. Claro, yo de repente vi que asistía a un momento nuevo en mi vida. Metérse droga por el culo. Así que decidí que me tenía que acercar un poco más a analizar el momento. Estoy casi completamente seguro que era ketamina, anestésico de animales del que he sido fiel consumidor y del que soy ferviente fan, ya que tuvieron entre los dos una mini charla acerca de lo que le iba a hacer eso en el culo. La ketamina lo que te hace es eso. Anestesiarte. Pero claro, esnifada es una cosa y metida por el culo supongo que será otra. Cuando se te va mucho la mano pasa esto:
Y cuando se te va sólo un poco la mano pasa esto otro:
También puede ser que te pase esto pero yo creo que esto ya es un poco de nacimiento, como de tener carencias...
El caso es que el muchacho le puso la ketamina en el culo y luego como se la empujó con un dedo. Claro, yo estaba emocionadísimo de saber por fin que hace la ketamina por el culo. Si a un gato, tras una operación, aun le provoca estos efectos...
...qué no le hará a un señor por el culo colgado de un sling. Pues bien, los efectos fueron los siguientes:
Como no, las dos criaturas se pusieron a follar muchísimo así como muy queriéndose muchísimo y como si la vida les fuese en ello. Luego ya pasaron a mayores el empotrador le sacó el pito del culo y de no se sabe muy bien donde, sacó un bote de Crisco, que es una cosa americanísima que nunca había visto en vivo pero que sabía que se usaba para estos menesteres.
Crisco es como una crema de aceites vegetales que se usa en EEUU para cocinar. Como su aceite vaya... pero los mariquitas animalados la usan para meterse cosas por el culo. Y claro, como es tan mítico, me alegré mucho de presenciar una escena de Crisco con su ketamina por el culo. Y claro le llenó todo el culo de Crisco como si fuera una tostada... Yo pensé que vaya perdida de ketamina, que se iba a embarrar muchísimo con tanto embadurnarle pero bueno, luego ya caí en que la ketamina estaría ya por los Cerros de Úbeda al habérsela empujado con el pito para adentro. Y una vez le puso el culo de Crisco como una blonda para hacer bizcochos, le metíó el puño por el culo. Una cosa que si mal no recuerdo, ya vi una vez en Madrid en un Into The Tank y creo que alguna vez más en otro sitio poco decente. Pero esta vez fue mucho peor.
Un sling es tal que así:
Pues fue empezarle a meterle el puño por el culo, y la víctima empezó a retorcerse muchísimo, no sé si de dolor, de gusto, de ridículo, de sentirse Monchito, Macario o Rockefeller... no sé. El caso es que el otro como que paró y el retorcido como que se puso a hacer movimientos pendulares colgado del sling como para que el otro siguiera y claro, el otro siguió. Y hubo un momento en que no se sabe como, el culo hizo como un movimiento majestuoso parecido a cuando las flores se abren a cámara rápida en los documentales de La2, empujando el puño del otro hacia fuera, y dejando chorrear unas cacas liquidas preciosas.
Yo en ese momento me asqueé de ser marica, de estar allí y de la vida en general, y me fui corriendo a la barra a pedirme otro triple whisky para aguantar tamaña proeza de la naturaleza.
Ahora ya sé que los culos anestesiados, florecen.
Esto es lo que os quería contar. Un beso.
Acabo de recordar un hecho que se me pasó contar en la entrada de mi salida tremendísima del domingo. Resulta que aunque no me drogo nada, no por gusto, sino por necesidad, las drogas siguen a mi alrededor allá a donde salgo. Debe ser que no salgo por el Ritz ni por el Palace, aunque allí las hay igualmente pero no se las toman en libertad ni sin falsas morales como en los sitios a los que voy. El caso es que en el Hoist, el otro día vi una cosa rarísima y que yo sabía que se hacía pero que nunca había visto hacer.
Estaba yo en mi barra bebiendo, creo que antes de que el hombre de mi vida apareciese (seguro que sería antes porque durante y después no atendí a nada nada más que a mi hombre y a mi copa). El caso es que estaba yo bebiendo y contemplando el panorama desolador, cuando de repente vi a un señor de unos 40, que se subía a un sling de esos de trapecio colgado del techo.
El caso es que había otro señor como que lo ayudaba, así como muy delgado y ya como muy consumido, y que una vez lo tuvo al otro colgado del artefacto, sacó un dosificador de drogas, que son unos chismitos muy monos que se llenan de la droga que sea en polvo y luego gracias a un sistema de compuertas, se queda la dosis perfecta lista para esnifarse. Empezó a hacerle judiquerías en el culo, esto es, bofetones, meterle dedos, escupirle...de todo vamos... y finalmente, cogió el dosificador, y le aplicó un poco de droga en el culo. Claro, yo de repente vi que asistía a un momento nuevo en mi vida. Metérse droga por el culo. Así que decidí que me tenía que acercar un poco más a analizar el momento. Estoy casi completamente seguro que era ketamina, anestésico de animales del que he sido fiel consumidor y del que soy ferviente fan, ya que tuvieron entre los dos una mini charla acerca de lo que le iba a hacer eso en el culo. La ketamina lo que te hace es eso. Anestesiarte. Pero claro, esnifada es una cosa y metida por el culo supongo que será otra. Cuando se te va mucho la mano pasa esto:
Y cuando se te va sólo un poco la mano pasa esto otro:
También puede ser que te pase esto pero yo creo que esto ya es un poco de nacimiento, como de tener carencias...
El caso es que el muchacho le puso la ketamina en el culo y luego como se la empujó con un dedo. Claro, yo estaba emocionadísimo de saber por fin que hace la ketamina por el culo. Si a un gato, tras una operación, aun le provoca estos efectos...
...qué no le hará a un señor por el culo colgado de un sling. Pues bien, los efectos fueron los siguientes:
Como no, las dos criaturas se pusieron a follar muchísimo así como muy queriéndose muchísimo y como si la vida les fuese en ello. Luego ya pasaron a mayores el empotrador le sacó el pito del culo y de no se sabe muy bien donde, sacó un bote de Crisco, que es una cosa americanísima que nunca había visto en vivo pero que sabía que se usaba para estos menesteres.
Crisco es como una crema de aceites vegetales que se usa en EEUU para cocinar. Como su aceite vaya... pero los mariquitas animalados la usan para meterse cosas por el culo. Y claro, como es tan mítico, me alegré mucho de presenciar una escena de Crisco con su ketamina por el culo. Y claro le llenó todo el culo de Crisco como si fuera una tostada... Yo pensé que vaya perdida de ketamina, que se iba a embarrar muchísimo con tanto embadurnarle pero bueno, luego ya caí en que la ketamina estaría ya por los Cerros de Úbeda al habérsela empujado con el pito para adentro. Y una vez le puso el culo de Crisco como una blonda para hacer bizcochos, le metíó el puño por el culo. Una cosa que si mal no recuerdo, ya vi una vez en Madrid en un Into The Tank y creo que alguna vez más en otro sitio poco decente. Pero esta vez fue mucho peor.
Un sling es tal que así:
Pues fue empezarle a meterle el puño por el culo, y la víctima empezó a retorcerse muchísimo, no sé si de dolor, de gusto, de ridículo, de sentirse Monchito, Macario o Rockefeller... no sé. El caso es que el otro como que paró y el retorcido como que se puso a hacer movimientos pendulares colgado del sling como para que el otro siguiera y claro, el otro siguió. Y hubo un momento en que no se sabe como, el culo hizo como un movimiento majestuoso parecido a cuando las flores se abren a cámara rápida en los documentales de La2, empujando el puño del otro hacia fuera, y dejando chorrear unas cacas liquidas preciosas.
Yo en ese momento me asqueé de ser marica, de estar allí y de la vida en general, y me fui corriendo a la barra a pedirme otro triple whisky para aguantar tamaña proeza de la naturaleza.
Ahora ya sé que los culos anestesiados, florecen.
Esto es lo que os quería contar. Un beso.
MARTES 20 DE JULIO DE 2010
El domingo salí como último día que salgo este mes porque no puedo gastar mucho hasta que no pague el piso y las facturas con el primer sueldo y vea como me veo de dineros. De todas formas salí con la idea de gastar poco y gasté lo que no hay escrito. Es que aquí las copas las ponen tan cortas... en unos vasos tan pequeños... empecé bebiendo single whiskys y acabé con triples, con que con eso os digo todo...y aun así no fue un pedo de esos que tienes más lagunas que Noruega. Pero creo que lo pasé bien.
Decidí sobre las 3 de la tarde, que había que irse a tomar algo al centro, así que ni corto ni perezoso me cogí el metro y me planté por la zona de Warren St, donde hay un bar de medio pelo que no conocía. El Vault. Es un sitio grande y como muy desanjelado. Me dio la impresión de ser como un hall de un cine pero con la gente en calzoncillos, claro. Nada más entrar te dan como un cajón de plástico y allí echas tu ropa y lo entregas en la puerta. La gente no era muy mona, la verdad. Sería por la hora, que estaban todos en la siesta. No inspeccioné mucho el sitio porque la barra estaba tan animada que empecé a beberme los whiskys como agua, allí sentado en calzoncillos, y empecé a departir con los camareros. Uno era monillo y el otro era mono en general. Les intenté explicar que lo de las copas en UK estaba fatal pensado para los heavy drinkers (bebedores natos) como yo. Y claro, terminé siendo amigo del mono y me terminó invitando como a 3 o 4 copas.
Había unos sofás muy espléndidos con una especie de señores enormes, de estos como gordos no, lo siguiente, como vertidos por los falsos eskays, con las barrigas muy desbordadas tapándoles todo vestigio de calzoncillo. Eran una cosa mala. Algunos dormían, otros se tocaban el pito a media luz y otros simplemente pasaban la tarde al fresco de las frescas. Hubo un señor así mono y cachas que se sentó a mi lado y sin saludarme ni nada me dijo “bottoms up!” que es algo así como “ponte en pompa” o “culos fuera”. Una cosa preciosa a la que yo respondí “-claro que si tía!”.
Creo que lo mejor del Vault es el momento en el que tienes que ir a fumar. Te dan un chandal negro tremendo, como de luto, te lo pones encima del calzoncillo y te vas a la puerta, en plena calle, a fumar. Y claro, en la puerta hay como 7 como tu, todos de negros con esas caras maricas que son reconocibles a distancia, fumando muchísimo, muy solos y callados. La calle además es de lo más normal, con sus señoras con compras y sus pubs en la acera de enfrente. Desde lejos debe parecer aquello la zona de fumadores del velatorio marica de Grace Jones...
Y luego ya vino con el que ligué. Era un señor de unos 40, así monillo, griego y como con buen cuerpo. Se sentó en la barra a mi lado y le estuve explicando que el local estaba muy desanjelado y que yo hubiera puesto unas láminas de Massiel, María Jiménez y La Chunga, para darle algo de personalidad al sitio. Claro, hubo que explicarle quienes eran las tres... se me fue media tarde claro. Me invitó a entrar a las oscuridades, donde había como mucha muchedumbre aburrida deambulando. Yo ya me imaginaba lo que iba a pasar pero me hice el inocente y a cada sala oscura que pasábamos, le decía: -”¡Oooh! Que sitio tan curioso! En España no tenemos sitios tan liberales ni había ido nunca a algo así...” Casi me resbalo no sé si con un semen o con mi propia cara tan dura... El estaba como muy orgulloso de enseñarme mundo. Además me llevaba de la mano que me parecía súper romántico en mitad de aquel desastre de hombres chupando pitos por las esquinas y culos con pitos cagados por los rincones.
Y una vez llegados a un rincón con puerta, una especie de cuartucho, me encerró allí y nos besamos muchísimo. Era como un beso de fin de película con atardecer de rojizos ardientes de fondo. Muy abrazadísimos y como sin ningún sentido estar así pero a mi me encantaba porque me veía muy señorita. Y de repente me dijo: -”Vivo a 20 minutos de aquí. "¿Te vienes a casa?”. Al principio me dio pereza porque irme a una casa es cortar el pedo automáticamente y mi dinero me estaba costando, pero bueno... accedí.
El viaje en coche fue una odisea, más que nada porque me estaba meando muchísimo. De esto que sabes que cuando te levantes te lo vas a hacer encima. Además, de 20 minutos nada. Vivía en Bounds Green, que está bastante al norte de Londres. Y unos tráficos para ser domingo por la tarde... Yo iba muy moviéndome a ver si me aguantaba las ganas pero no sirvió de nada. Antes de llegar a su casa, comenzaba a mearme encima sin remisión. Fue de estas veces que empiezas a mearte y son tantas las ganas que tienes, que cuando empieza a salir el primer chorro, intentas cerrar pero ya la presión es imponente y lo que sale es muy exageradamente fuerte. Ingenuo de mi, pensaba que no se notaría porque el pantalón era oscuro, pero claro...si que se notaba. La tapicería del coche lo notó más...pero el muchacho no se dio cuenta, gracias a dios. Le hubiera dicho que parara en un pub a mear pero no vi nunca ninguno de camino. Al subir a su casa, le pedí ir al baño. Allí me limpié y me sequé el pantalón como pude pero para nada porque estaba muy meado todo, la verdad, así que decidí que lo mejor era quitármelo juntos con los calzoncillos, tenderlos en la barra de la ducha y enjuagarme. Cuando salí del baño desnudo, con la camiseta puesta, me miró como diciendo: que muchacho tan directo. Y ya nos liamos muchísimo. Me la metió. Además que el muchacho lo hacía todo como muy profesional y en su punto. Yo me abrazaba muchísimo en la postura de la V, que es con las patas en los hombros del empotrador, y le daba muchos besitos de amor. El se ponía muy efusivo y temí que acabara enseguida, se fuese al baño y descubriera mis lencerías meadas y tendidas, así que me hice el tardulón hasta que dijo que ya no podía más y que había que parar un poco. Fue lo mejor, porque nos quedamos fritos como 3 horas, y mi ropa se secó sin problema. Bueno, no sé como fue, que el pantalón estaba seco y el calzoncillo estaba todavía humedísimo, así que cuando entré al baño a peinarme y vestirme, cogí y tiré el calzoncillo meado por la ventana al jardín trasero.
Me llevó al metro de Bounds Green dándome su teléfono y demás detalles, y allí, esperando, me pregunté: ¿que hago ahora que son como las 9 de la noche?. ¿irme a casa?. Ni hablar. Así que me fui al Hoist, que es el bar ese tremendo de fetichismos de cueros que hay en Vauxhall y que altamente siempre recomiendo. Y resultó que di en la diana porque sin saberlo, era la fiesta final de la Fetish Week en Londres, que debe ser como el Slazy Madrid pero a lo bestia claro. El caso es que nada más entrar había un tumulto enorme de gente y un chico muy mono con un modelo que describiría como algo cercano al plástico ese de las bandejas de pollo hecho top a lo Eva Nasarre. Modernísimo. Me preguntó que qué estilo iba yo a llevar en la fiesta. Rubber o Leather. Claro, yo que me había dejado mi short de cuero en casa, me vi en la tesitura de no saber qué contestar, así que le dije que no llevaba nada pero que si me dejaba algo, yo me lo ponía encantado, y que sino, entraba desnudo y asunto arreglado. El muchacho me cogió de la mano y me subió a una tienda que había en el segundo piso, tremendísima, toda de ropas de estos estilos y utensilios como del demonio, para que te hagan vete a saber que. Y allí me dio a elegir. Yo no sabía que ponerme entre tanta cosa rara que había y ni corto ni perezoso, me enseñó como una especie de calzoncillo o bañador de goma azul precioso con franjas blancas a lo Adidas, que me pareció súper adecuado. Me dijo que me lo probara y que si me estaba bien, con eso iría estupendo. Me hacía además el culo que nunca tendré, así que me lo puse, dejé la ropa en el ropero y me fui a la barra para variar. Es este mismo:
Y este es el modelo del personal shopper que me ayudó a buscar modelo en la tienda de arriba:
Había un gentío horroroso...casi que no se podía estar. Todo el mundo eso si, súper elegante y súper profesional con sus modelos, a cada cual más caro y decadente. En estos sitios ya tengo comprado que la gente mona no suele ser... suelen ser raros, pero desde luego, el que es mono, lo es de verdad. Un 5% de ellos son hombres que llegan a un grado de primitivismo empotrador tal, que estar allí bien vale una misa. Allí estuve bebiéndome los whiskys triples uno detrás de otro y viendo el panorama. De vez en cuando uno se la chupaba a otro en un rincón, de vez en cuando otro se la metía a otro en una esquina, todo en un ambiente muy distendido. Descubrí una sala abierta nueva para la ocasión, que era algo así como una bañera gigante con varios engendros metidos dentro, sentados, con sus modelos típicos de meterse en una bañera de un bar de este tipo, a que te meen los desconocidos. Y allí estaban ellos muy entregados y como 4 o 5 de pié, meándoles muchísimo. Un señor se me acercó con una escafandra puesta y me dijo que si me gustaba lo que veía y yo no pude responderle otra cosa que: -Yo creo que cuando ya te gusta este tipo de cosas, que se te meen a lo loco en los bares con un modelo carísimo puesto, es porque la tarde de antes te han despedido del trabajo, te han diagnosticado una tuberculosis de caballo, tus padres te han desheredado, tus amigos se han ido a Thailandia a reasignarse y el estanco de al lado de casa lo tienes cerrado y estás con la ansiedad. El señor se quitó la escafandra y se río muchísimo. Tendría como 60 años y era de Edimburgo. Me invitó hasta a una copa... triple claro.
Las gentes y los estilismos ya veis que no tienen parangón.
Hablamos muchísimo de Almodóvar que le encantaba y hasta se sabía diálogos de “Mujeres...” Luego desapareció menos mal, porque ya se hacía algo pesado, y de repente el cielo se me abrió. El hombre más cromagnoso y más primitivo que uno se puede imaginar, apareció ante mi. Una cosa de brazos, de pecho, de cuello con arruga en la nuca propia de empotrador...una cara de hombre...una barba de tres días... además que sólo llevaba unos vaqueros, cosa que me encantó porque si se ponen muy modernos y muy a la última, como que no me veo. No me pude resistir. Me acerqué borrachísimo y le dije: -Eres el hombre de mi vida. Quiero casarme aquí contigo y que me tires del pelo. Todo en inglés, que sabido es que cuando uno va castaña, sale muchísimo mejor que cuando va sereno. Debió hacerle gracia porque me pegó una palmada en el culo que me encantó y nos pusimos a hablar en la barra. Le dije que era mi primera vez allí, mintiéndole muchísimo claro, para que así pareciera que era muy nuevo en estas cosas. También le debió de hacer gracia porque enseguida empezamos a hacer manitas hasta que ya por fin, nos liamos muchísimo. Pero además era un liamiento súper sincero de esto que ya no atiendes a nada sólo a la copa y de esto que ya te entregas muchísimo. Olía de bien... una cosa... unos lenguetazos...mi boca parecía un seiscientos en un lavado automático. Estupendo todo. De repente apareció un muchacho que me había saludado a la entrada y me dijo algo del estilo: -Que buena pareja hacéis... y de repente, mi hombre, Mark, cogió, se excitó muchísimo y me pegó un escupitajo en la boca. Claro, yo me quedé como si a Ana Botella le levanta la falta el aire en la inauguración de un centro cívico de las afueras... así como muy sorprendido... pero es que era tan hombre, que cogí, me abrazé muchísimo y le dije. -Me ha encantado cariño! Y le di muchísimos más besos. El que me saludó se meaba de la risa y me decía que como me podía dejar hacer eso, pero yo le explicaba que lo quería muchísimo y que lo siguiente que quería con él es que me diera hijos. Además me agarraba de bien... Yo estaba encantado.
Como veis, algunos modelos son de difícil descripción.
Y llegó el momento de invitarme a su casa. La verdad es que me quiso meter para las oscuridades pero por mucho que me fascinan estos sitios, lo de tener sexo en ellos es otro cantar, aunque irremediablemente a veces, ha pasado. Yo le dije que allí no que era una cutrez, así que me ofreció su casa. Vivía en Stockwell, que pilla al lado de Vauxhall, así que alli que fuimos. Al salir, ya no estaba el muchacho que me hizo de personal shopper para el bañador así que muy sibilinamente, no dije nada y me lo llevé puesto. Ya voy reuniendo un ajuar de cosas de estas tremendo. Mi calzoncillo de cuero y mi bañador azul del morbo, todo por 0 pounds. Huele mi armario a bar de guarros que da gusto.
La casa era muy mona, espaciosa y con muchísima luz. Ya eran como las 4 y ya es de día aquí. Allí me invitó a un vino tinto riquísimo y hablamos muchísimo de mi trabajo y del suyo. Según recuerdo, era algo de la bolsa pero vete a saber, que yo ya iba bueno. Y claro, ya nos pusimos a liarnos otra vez. Las posturas que hicimos fueron:
-Chupársela muchísimo yo sentado en un sofá y el de pié.
-Chupársela muchísimo el tumbado y yo recostado súper elegante.
-Metérmela muchísimo al estilo V
-Metérmela muchísimo de pié, que yo ya estaba ahí que no daba pie con bolo del pelo y de los empujones y casi me mato...
Tengo que decir que en su casa me duché antes de todo esto, para así quitarme un poco los restos de orines que tuviera del pantalón cuando me mee con el de la casa previa.
Y ya dormimos muchísimo..como hasta las 5 o así. Además dormí muy abrazadísimo a él como si fuera el hombre de mi vida, que desde luego en ese momento lo era. Yo lo quería muchísimo. Cuando nos despertamos, me invitó a un te riquísimo y nos dimos los teléfonos. Me vine a casa, lavé mi bañador nuevo con primor, me hice de cenar y enseguida me acosté.
Hoy me ha mandado un mensaje muy salado que dice así: “Hi man...how re you? Very long day at work today... when are you off again?... could meet... Mark.”
Me tiene loquito.
Decidí sobre las 3 de la tarde, que había que irse a tomar algo al centro, así que ni corto ni perezoso me cogí el metro y me planté por la zona de Warren St, donde hay un bar de medio pelo que no conocía. El Vault. Es un sitio grande y como muy desanjelado. Me dio la impresión de ser como un hall de un cine pero con la gente en calzoncillos, claro. Nada más entrar te dan como un cajón de plástico y allí echas tu ropa y lo entregas en la puerta. La gente no era muy mona, la verdad. Sería por la hora, que estaban todos en la siesta. No inspeccioné mucho el sitio porque la barra estaba tan animada que empecé a beberme los whiskys como agua, allí sentado en calzoncillos, y empecé a departir con los camareros. Uno era monillo y el otro era mono en general. Les intenté explicar que lo de las copas en UK estaba fatal pensado para los heavy drinkers (bebedores natos) como yo. Y claro, terminé siendo amigo del mono y me terminó invitando como a 3 o 4 copas.
Había unos sofás muy espléndidos con una especie de señores enormes, de estos como gordos no, lo siguiente, como vertidos por los falsos eskays, con las barrigas muy desbordadas tapándoles todo vestigio de calzoncillo. Eran una cosa mala. Algunos dormían, otros se tocaban el pito a media luz y otros simplemente pasaban la tarde al fresco de las frescas. Hubo un señor así mono y cachas que se sentó a mi lado y sin saludarme ni nada me dijo “bottoms up!” que es algo así como “ponte en pompa” o “culos fuera”. Una cosa preciosa a la que yo respondí “-claro que si tía!”.
Creo que lo mejor del Vault es el momento en el que tienes que ir a fumar. Te dan un chandal negro tremendo, como de luto, te lo pones encima del calzoncillo y te vas a la puerta, en plena calle, a fumar. Y claro, en la puerta hay como 7 como tu, todos de negros con esas caras maricas que son reconocibles a distancia, fumando muchísimo, muy solos y callados. La calle además es de lo más normal, con sus señoras con compras y sus pubs en la acera de enfrente. Desde lejos debe parecer aquello la zona de fumadores del velatorio marica de Grace Jones...
Y luego ya vino con el que ligué. Era un señor de unos 40, así monillo, griego y como con buen cuerpo. Se sentó en la barra a mi lado y le estuve explicando que el local estaba muy desanjelado y que yo hubiera puesto unas láminas de Massiel, María Jiménez y La Chunga, para darle algo de personalidad al sitio. Claro, hubo que explicarle quienes eran las tres... se me fue media tarde claro. Me invitó a entrar a las oscuridades, donde había como mucha muchedumbre aburrida deambulando. Yo ya me imaginaba lo que iba a pasar pero me hice el inocente y a cada sala oscura que pasábamos, le decía: -”¡Oooh! Que sitio tan curioso! En España no tenemos sitios tan liberales ni había ido nunca a algo así...” Casi me resbalo no sé si con un semen o con mi propia cara tan dura... El estaba como muy orgulloso de enseñarme mundo. Además me llevaba de la mano que me parecía súper romántico en mitad de aquel desastre de hombres chupando pitos por las esquinas y culos con pitos cagados por los rincones.
Y una vez llegados a un rincón con puerta, una especie de cuartucho, me encerró allí y nos besamos muchísimo. Era como un beso de fin de película con atardecer de rojizos ardientes de fondo. Muy abrazadísimos y como sin ningún sentido estar así pero a mi me encantaba porque me veía muy señorita. Y de repente me dijo: -”Vivo a 20 minutos de aquí. "¿Te vienes a casa?”. Al principio me dio pereza porque irme a una casa es cortar el pedo automáticamente y mi dinero me estaba costando, pero bueno... accedí.
El viaje en coche fue una odisea, más que nada porque me estaba meando muchísimo. De esto que sabes que cuando te levantes te lo vas a hacer encima. Además, de 20 minutos nada. Vivía en Bounds Green, que está bastante al norte de Londres. Y unos tráficos para ser domingo por la tarde... Yo iba muy moviéndome a ver si me aguantaba las ganas pero no sirvió de nada. Antes de llegar a su casa, comenzaba a mearme encima sin remisión. Fue de estas veces que empiezas a mearte y son tantas las ganas que tienes, que cuando empieza a salir el primer chorro, intentas cerrar pero ya la presión es imponente y lo que sale es muy exageradamente fuerte. Ingenuo de mi, pensaba que no se notaría porque el pantalón era oscuro, pero claro...si que se notaba. La tapicería del coche lo notó más...pero el muchacho no se dio cuenta, gracias a dios. Le hubiera dicho que parara en un pub a mear pero no vi nunca ninguno de camino. Al subir a su casa, le pedí ir al baño. Allí me limpié y me sequé el pantalón como pude pero para nada porque estaba muy meado todo, la verdad, así que decidí que lo mejor era quitármelo juntos con los calzoncillos, tenderlos en la barra de la ducha y enjuagarme. Cuando salí del baño desnudo, con la camiseta puesta, me miró como diciendo: que muchacho tan directo. Y ya nos liamos muchísimo. Me la metió. Además que el muchacho lo hacía todo como muy profesional y en su punto. Yo me abrazaba muchísimo en la postura de la V, que es con las patas en los hombros del empotrador, y le daba muchos besitos de amor. El se ponía muy efusivo y temí que acabara enseguida, se fuese al baño y descubriera mis lencerías meadas y tendidas, así que me hice el tardulón hasta que dijo que ya no podía más y que había que parar un poco. Fue lo mejor, porque nos quedamos fritos como 3 horas, y mi ropa se secó sin problema. Bueno, no sé como fue, que el pantalón estaba seco y el calzoncillo estaba todavía humedísimo, así que cuando entré al baño a peinarme y vestirme, cogí y tiré el calzoncillo meado por la ventana al jardín trasero.
Me llevó al metro de Bounds Green dándome su teléfono y demás detalles, y allí, esperando, me pregunté: ¿que hago ahora que son como las 9 de la noche?. ¿irme a casa?. Ni hablar. Así que me fui al Hoist, que es el bar ese tremendo de fetichismos de cueros que hay en Vauxhall y que altamente siempre recomiendo. Y resultó que di en la diana porque sin saberlo, era la fiesta final de la Fetish Week en Londres, que debe ser como el Slazy Madrid pero a lo bestia claro. El caso es que nada más entrar había un tumulto enorme de gente y un chico muy mono con un modelo que describiría como algo cercano al plástico ese de las bandejas de pollo hecho top a lo Eva Nasarre. Modernísimo. Me preguntó que qué estilo iba yo a llevar en la fiesta. Rubber o Leather. Claro, yo que me había dejado mi short de cuero en casa, me vi en la tesitura de no saber qué contestar, así que le dije que no llevaba nada pero que si me dejaba algo, yo me lo ponía encantado, y que sino, entraba desnudo y asunto arreglado. El muchacho me cogió de la mano y me subió a una tienda que había en el segundo piso, tremendísima, toda de ropas de estos estilos y utensilios como del demonio, para que te hagan vete a saber que. Y allí me dio a elegir. Yo no sabía que ponerme entre tanta cosa rara que había y ni corto ni perezoso, me enseñó como una especie de calzoncillo o bañador de goma azul precioso con franjas blancas a lo Adidas, que me pareció súper adecuado. Me dijo que me lo probara y que si me estaba bien, con eso iría estupendo. Me hacía además el culo que nunca tendré, así que me lo puse, dejé la ropa en el ropero y me fui a la barra para variar. Es este mismo:
Y este es el modelo del personal shopper que me ayudó a buscar modelo en la tienda de arriba:
Había un gentío horroroso...casi que no se podía estar. Todo el mundo eso si, súper elegante y súper profesional con sus modelos, a cada cual más caro y decadente. En estos sitios ya tengo comprado que la gente mona no suele ser... suelen ser raros, pero desde luego, el que es mono, lo es de verdad. Un 5% de ellos son hombres que llegan a un grado de primitivismo empotrador tal, que estar allí bien vale una misa. Allí estuve bebiéndome los whiskys triples uno detrás de otro y viendo el panorama. De vez en cuando uno se la chupaba a otro en un rincón, de vez en cuando otro se la metía a otro en una esquina, todo en un ambiente muy distendido. Descubrí una sala abierta nueva para la ocasión, que era algo así como una bañera gigante con varios engendros metidos dentro, sentados, con sus modelos típicos de meterse en una bañera de un bar de este tipo, a que te meen los desconocidos. Y allí estaban ellos muy entregados y como 4 o 5 de pié, meándoles muchísimo. Un señor se me acercó con una escafandra puesta y me dijo que si me gustaba lo que veía y yo no pude responderle otra cosa que: -Yo creo que cuando ya te gusta este tipo de cosas, que se te meen a lo loco en los bares con un modelo carísimo puesto, es porque la tarde de antes te han despedido del trabajo, te han diagnosticado una tuberculosis de caballo, tus padres te han desheredado, tus amigos se han ido a Thailandia a reasignarse y el estanco de al lado de casa lo tienes cerrado y estás con la ansiedad. El señor se quitó la escafandra y se río muchísimo. Tendría como 60 años y era de Edimburgo. Me invitó hasta a una copa... triple claro.
Las gentes y los estilismos ya veis que no tienen parangón.
Hablamos muchísimo de Almodóvar que le encantaba y hasta se sabía diálogos de “Mujeres...” Luego desapareció menos mal, porque ya se hacía algo pesado, y de repente el cielo se me abrió. El hombre más cromagnoso y más primitivo que uno se puede imaginar, apareció ante mi. Una cosa de brazos, de pecho, de cuello con arruga en la nuca propia de empotrador...una cara de hombre...una barba de tres días... además que sólo llevaba unos vaqueros, cosa que me encantó porque si se ponen muy modernos y muy a la última, como que no me veo. No me pude resistir. Me acerqué borrachísimo y le dije: -Eres el hombre de mi vida. Quiero casarme aquí contigo y que me tires del pelo. Todo en inglés, que sabido es que cuando uno va castaña, sale muchísimo mejor que cuando va sereno. Debió hacerle gracia porque me pegó una palmada en el culo que me encantó y nos pusimos a hablar en la barra. Le dije que era mi primera vez allí, mintiéndole muchísimo claro, para que así pareciera que era muy nuevo en estas cosas. También le debió de hacer gracia porque enseguida empezamos a hacer manitas hasta que ya por fin, nos liamos muchísimo. Pero además era un liamiento súper sincero de esto que ya no atiendes a nada sólo a la copa y de esto que ya te entregas muchísimo. Olía de bien... una cosa... unos lenguetazos...mi boca parecía un seiscientos en un lavado automático. Estupendo todo. De repente apareció un muchacho que me había saludado a la entrada y me dijo algo del estilo: -Que buena pareja hacéis... y de repente, mi hombre, Mark, cogió, se excitó muchísimo y me pegó un escupitajo en la boca. Claro, yo me quedé como si a Ana Botella le levanta la falta el aire en la inauguración de un centro cívico de las afueras... así como muy sorprendido... pero es que era tan hombre, que cogí, me abrazé muchísimo y le dije. -Me ha encantado cariño! Y le di muchísimos más besos. El que me saludó se meaba de la risa y me decía que como me podía dejar hacer eso, pero yo le explicaba que lo quería muchísimo y que lo siguiente que quería con él es que me diera hijos. Además me agarraba de bien... Yo estaba encantado.
Como veis, algunos modelos son de difícil descripción.
Y llegó el momento de invitarme a su casa. La verdad es que me quiso meter para las oscuridades pero por mucho que me fascinan estos sitios, lo de tener sexo en ellos es otro cantar, aunque irremediablemente a veces, ha pasado. Yo le dije que allí no que era una cutrez, así que me ofreció su casa. Vivía en Stockwell, que pilla al lado de Vauxhall, así que alli que fuimos. Al salir, ya no estaba el muchacho que me hizo de personal shopper para el bañador así que muy sibilinamente, no dije nada y me lo llevé puesto. Ya voy reuniendo un ajuar de cosas de estas tremendo. Mi calzoncillo de cuero y mi bañador azul del morbo, todo por 0 pounds. Huele mi armario a bar de guarros que da gusto.
La casa era muy mona, espaciosa y con muchísima luz. Ya eran como las 4 y ya es de día aquí. Allí me invitó a un vino tinto riquísimo y hablamos muchísimo de mi trabajo y del suyo. Según recuerdo, era algo de la bolsa pero vete a saber, que yo ya iba bueno. Y claro, ya nos pusimos a liarnos otra vez. Las posturas que hicimos fueron:
-Chupársela muchísimo yo sentado en un sofá y el de pié.
-Chupársela muchísimo el tumbado y yo recostado súper elegante.
-Metérmela muchísimo al estilo V
-Metérmela muchísimo de pié, que yo ya estaba ahí que no daba pie con bolo del pelo y de los empujones y casi me mato...
Tengo que decir que en su casa me duché antes de todo esto, para así quitarme un poco los restos de orines que tuviera del pantalón cuando me mee con el de la casa previa.
Y ya dormimos muchísimo..como hasta las 5 o así. Además dormí muy abrazadísimo a él como si fuera el hombre de mi vida, que desde luego en ese momento lo era. Yo lo quería muchísimo. Cuando nos despertamos, me invitó a un te riquísimo y nos dimos los teléfonos. Me vine a casa, lavé mi bañador nuevo con primor, me hice de cenar y enseguida me acosté.
Hoy me ha mandado un mensaje muy salado que dice así: “Hi man...how re you? Very long day at work today... when are you off again?... could meet... Mark.”
Me tiene loquito.
SÁBADO 17 DE JULIO DE 2010
Bueno, pues ahora si, ya tengo conexión!!!...por fin hijos...lo que ha costado. Estos de O2 son unos cutres. De Telefónica tenía que ser. La conexión no es muy allá pero bueno, ya me veo conectado al mundo, que he estado un mes out de todo. No tele, no internet, no nada. Ya por fin vuelvo a ser yo y comenzaré a actualizar como antes. Hay tanto que contar...
Hablemos hoy de pilotos, azafatos y demás mariconadas.
El mundo de los hombres en la aviación es mucho. La compañía puede ser una mierda. Vamos, lo es, pero queridos, se ve cada cosita. Los pilotos son maravillosos. Con esos galones, esas camisas, ese trato que tienen con la tripulación tan tan de gentleman... a mi me ponen muchísimo. Todos los días antes de volar, se hace el briefing de lo que será el vuelo, se fija la contraseña para entrar a la cabina de pilotaje, se dan los detalles del vuelo, turbulencias previstas, numero de pasajeros, etc, y se nos presentan con sus nombres y nos damos la mano. Lo veo tan de película!... es uno de los grandes momentos del día. Ya tengo fichados a varios pilotos. El pakistaní tremendo que creo que es de los mejores cuerpos que hay en la compañía. La camisa le queda que parece que va a estallar. Es como si dijéramos, un gogo de la Matinée . De cara falla un poco pero como normalmente no me fijo en las caras, tampoco pasa nada. Luego hay otro que lo llaman el Ken que es eso. Un Ken. Perfecto...unos brazos...un cuello...tremendísimo. Y luego están los maduros interesantes que a mi juicio son los mejores... que trato, que elegancia, como te cuentan todo, que sueldos, que porte... cuando te llaman por el interfono y te piden un café es algo que es digno de vivirse. Me veo tan en una película de catástrofes de la saga “Aeropuerto”... preparo el café en la galley con sumo cuidado, sus servilletas, sus azucares, sus leches, y llamo por el interfono con la contraseña. Me abren, les digo: -chicos, vuestro café... y ellos se giran medio cuerpo para pasarles el café con el espectáculo que es el cielo de fondo con todas sus nubes y clarosocuros y sus galones en sus hombros orgasmicamente cosidos por alguna mente enferma del fetichismo. Y luego te invitan a sentarte un rato con ellos, te cuenta de su vida y te preguntan sobre la tuya y te enseñan por donde vamos, que si aquello es el fiordo tal o aquello es el Montblanc. Sublime. Me veo tan tan tan así en el minuto 5:10...
Con los azafatos es otro cantar. La gran mayoría son maricas. Y claro, como ya conté, se ve de todo y te pasa casi de todo. Aun no se la he chupado a ninguno en el avión ni en tierra porque no da tiempo con todas las cosas que hay que hacer, pero bueno, me lo paso pipa con ellos. El otro día volé con uno que es tremendísima. Con los labios súper inflados de pincharse muchísima silicona y con unos ademanes tremendos. Íbamos sentados en los jumpseats para despegar y empezó, delante de los pasajeros de la 1ABC, a tocarme el pito por fuera, sin que nadie se diera cuenta. Luego me preguntó que qué tal estaba Madrid y que qué había hecho allí, le dije que estudiar la carrera y me respondió: -La carrera de puta?... y todo así...me iba a echar cacao en los labios porque se resecan muchísimo, y me dijo: -Date en el culo que lo necesitarás más. Haciendo el briefing del vuelo a Roma me meaba vivo: -En cuanto embarquemos a todas, ya sabeis que vamos a tener muchos dramas a bordo así que todos los Guccis, Diores, Chaneles y Valentinos van debajo de los asientos por mucho que os griten. Las que lleven mejor la peluquería las sentáis en las overwings para que vayan más espléndidas...
Y por supuesto, no paró de fichar a pasajeros que le encantaban. -23 Foxtrot...me pone muchísimo. Mira el de la 18 Delta y el de la 21 Echo... la tiene que tener así de grande... Yo callaba precabido y luego pasaba por la cabina fijándome bien en quienes eran...
Otra pasajera me dio el otro día su teléfono. Una tal Karol que me puso en una landing card lo siguiente: “Karol. Phone me if interested. You fancy me!”. Esto creo que fue en un Frankfurt... que mujeres! Mucho más atrevidas que los hombres...de los que sólo consigo sonrisas y poco más. (y mucho más equivocadas claro. Todos los teléfonos que consigo los tengo guardados en una carpetita como recuerdo de mis triunfos equivocados).
Y luego están los azafatos heteros, que son una minoría pero que quereis que os diga. Son tremendísimos. Hay dos que son... uno es, sino el más tremendo que he visto nunca, uno de los más tremendos. Kristian y polaco. Hice un Oslo con él. MARAVILLOSO. Unos brazos, una cara de hombre... un olor a tío... una camisa que le queda mejor imposible... yo era tan señorita a su lado... me trató como tal y me encantó. Tiene un amigo, un tal Matheus, que es también de la quinta...con el que hice el Doble Dublín... casi fenezco cuando le pregunté por unas cicatrices que tenía en los brazos y me lleva a la galley de alante y me dice: -El otro día me caí conduciendo un minicar y mira lo que me he hecho en el costado. Se abrió la camisa y me enseñó las marcas... claro... os podeis imaginar... yo con los oídos entaponados, el culo abierto, los ojos borrosos de la humedad en cabina....parecía una piltrafa marica sudorosa al lado del hombre de mis sueños. Claro, no pude desaprovechar la oportunidad y le dije:-Uuuuh! Pero date con algo...quieres que te deje una venda o algo? Aceptó, se la puse que casi me dan los siete aires allí dentro y me senté un poco porque notaba dentro de mi como unos cambios de presión y unas turbulencias anales que ni te cuento. Mi Matheus...
Sin duda uno de los mejores momentos es llegar al aeropuerto en el tren. El desfile por la terminal me pone muchísimo, tan de uniforme con mi maleta...tan mono que voy...además los pasajeros te preguntan muchísimo por cualquier cosa cuando te ven de uniforme y yo les contesto elegantísimamente y encantado. Es un momento parecido a este de Aeropuerto 77, cuando ella llega sublime a esa terminal tan elegantísima de Dulles con esa música de fondo tan imposible de creer.
La lástima es que la compañía es una mierda y por mucho que uno quiere dar el mejor servicio al pasajero, hay veces que es imposible. Por eso quiero cambiar a otra mejor lo antes posible. El otro día apliqué para Virgin Atlantic. Una de las mejores en todo el mundo. Grandísimos destinos como Nueva York, Tokyo, Sydney, Shanghai, Hong Kong, Las Vegas o Los Ángeles. Días de vacaciones en el destino con hotelazo pagado y un buen sueldo. La cosa está complicada pero sino lo intento, el no ya lo tengo. Espero la llamada para la entrevista y el día que sea, me lo pediré de vacaciones o sino mentiré como un bellaco y diré que tengo que ir a casa por problema familiares. No puedo dejar pasar la oportunidad. Eso si que es una compañía. Vuelan el 747 y el A340, y es una de las más lujosas del mundo... Yo lo hago lo mejor posible e intento olvidarme de para quien trabajo nada más subo al avión...pero estas cosas, se ven:
Y no. No estoy dispuesto a que con el tiempo, vea normales cosas que no lo son. En un Tenerife ida y vuelta, un rollo de papel higiénico por baño “porque esta compañía no cobra por el uso de los baños y pierde dinero con el papel higiénico así que un rollo es suficiente”. Me quedé muerto cuando al decírselo a mi Base Supervisor, me respondió eso. En cambio Virgin...nada más que con este anuncio, lo dice más que todo. Como son ellas!
Mañana seguiré contando mis siguientes salidas por Londres, que como comprenderéis, no se han quedado cortas ni muchísimo menos.
Hablemos hoy de pilotos, azafatos y demás mariconadas.
El mundo de los hombres en la aviación es mucho. La compañía puede ser una mierda. Vamos, lo es, pero queridos, se ve cada cosita. Los pilotos son maravillosos. Con esos galones, esas camisas, ese trato que tienen con la tripulación tan tan de gentleman... a mi me ponen muchísimo. Todos los días antes de volar, se hace el briefing de lo que será el vuelo, se fija la contraseña para entrar a la cabina de pilotaje, se dan los detalles del vuelo, turbulencias previstas, numero de pasajeros, etc, y se nos presentan con sus nombres y nos damos la mano. Lo veo tan de película!... es uno de los grandes momentos del día. Ya tengo fichados a varios pilotos. El pakistaní tremendo que creo que es de los mejores cuerpos que hay en la compañía. La camisa le queda que parece que va a estallar. Es como si dijéramos, un gogo de la Matinée . De cara falla un poco pero como normalmente no me fijo en las caras, tampoco pasa nada. Luego hay otro que lo llaman el Ken que es eso. Un Ken. Perfecto...unos brazos...un cuello...tremendísimo. Y luego están los maduros interesantes que a mi juicio son los mejores... que trato, que elegancia, como te cuentan todo, que sueldos, que porte... cuando te llaman por el interfono y te piden un café es algo que es digno de vivirse. Me veo tan en una película de catástrofes de la saga “Aeropuerto”... preparo el café en la galley con sumo cuidado, sus servilletas, sus azucares, sus leches, y llamo por el interfono con la contraseña. Me abren, les digo: -chicos, vuestro café... y ellos se giran medio cuerpo para pasarles el café con el espectáculo que es el cielo de fondo con todas sus nubes y clarosocuros y sus galones en sus hombros orgasmicamente cosidos por alguna mente enferma del fetichismo. Y luego te invitan a sentarte un rato con ellos, te cuenta de su vida y te preguntan sobre la tuya y te enseñan por donde vamos, que si aquello es el fiordo tal o aquello es el Montblanc. Sublime. Me veo tan tan tan así en el minuto 5:10...
Con los azafatos es otro cantar. La gran mayoría son maricas. Y claro, como ya conté, se ve de todo y te pasa casi de todo. Aun no se la he chupado a ninguno en el avión ni en tierra porque no da tiempo con todas las cosas que hay que hacer, pero bueno, me lo paso pipa con ellos. El otro día volé con uno que es tremendísima. Con los labios súper inflados de pincharse muchísima silicona y con unos ademanes tremendos. Íbamos sentados en los jumpseats para despegar y empezó, delante de los pasajeros de la 1ABC, a tocarme el pito por fuera, sin que nadie se diera cuenta. Luego me preguntó que qué tal estaba Madrid y que qué había hecho allí, le dije que estudiar la carrera y me respondió: -La carrera de puta?... y todo así...me iba a echar cacao en los labios porque se resecan muchísimo, y me dijo: -Date en el culo que lo necesitarás más. Haciendo el briefing del vuelo a Roma me meaba vivo: -En cuanto embarquemos a todas, ya sabeis que vamos a tener muchos dramas a bordo así que todos los Guccis, Diores, Chaneles y Valentinos van debajo de los asientos por mucho que os griten. Las que lleven mejor la peluquería las sentáis en las overwings para que vayan más espléndidas...
Y por supuesto, no paró de fichar a pasajeros que le encantaban. -23 Foxtrot...me pone muchísimo. Mira el de la 18 Delta y el de la 21 Echo... la tiene que tener así de grande... Yo callaba precabido y luego pasaba por la cabina fijándome bien en quienes eran...
Otra pasajera me dio el otro día su teléfono. Una tal Karol que me puso en una landing card lo siguiente: “Karol. Phone me if interested. You fancy me!”. Esto creo que fue en un Frankfurt... que mujeres! Mucho más atrevidas que los hombres...de los que sólo consigo sonrisas y poco más. (y mucho más equivocadas claro. Todos los teléfonos que consigo los tengo guardados en una carpetita como recuerdo de mis triunfos equivocados).
Y luego están los azafatos heteros, que son una minoría pero que quereis que os diga. Son tremendísimos. Hay dos que son... uno es, sino el más tremendo que he visto nunca, uno de los más tremendos. Kristian y polaco. Hice un Oslo con él. MARAVILLOSO. Unos brazos, una cara de hombre... un olor a tío... una camisa que le queda mejor imposible... yo era tan señorita a su lado... me trató como tal y me encantó. Tiene un amigo, un tal Matheus, que es también de la quinta...con el que hice el Doble Dublín... casi fenezco cuando le pregunté por unas cicatrices que tenía en los brazos y me lleva a la galley de alante y me dice: -El otro día me caí conduciendo un minicar y mira lo que me he hecho en el costado. Se abrió la camisa y me enseñó las marcas... claro... os podeis imaginar... yo con los oídos entaponados, el culo abierto, los ojos borrosos de la humedad en cabina....parecía una piltrafa marica sudorosa al lado del hombre de mis sueños. Claro, no pude desaprovechar la oportunidad y le dije:-Uuuuh! Pero date con algo...quieres que te deje una venda o algo? Aceptó, se la puse que casi me dan los siete aires allí dentro y me senté un poco porque notaba dentro de mi como unos cambios de presión y unas turbulencias anales que ni te cuento. Mi Matheus...
Sin duda uno de los mejores momentos es llegar al aeropuerto en el tren. El desfile por la terminal me pone muchísimo, tan de uniforme con mi maleta...tan mono que voy...además los pasajeros te preguntan muchísimo por cualquier cosa cuando te ven de uniforme y yo les contesto elegantísimamente y encantado. Es un momento parecido a este de Aeropuerto 77, cuando ella llega sublime a esa terminal tan elegantísima de Dulles con esa música de fondo tan imposible de creer.
La lástima es que la compañía es una mierda y por mucho que uno quiere dar el mejor servicio al pasajero, hay veces que es imposible. Por eso quiero cambiar a otra mejor lo antes posible. El otro día apliqué para Virgin Atlantic. Una de las mejores en todo el mundo. Grandísimos destinos como Nueva York, Tokyo, Sydney, Shanghai, Hong Kong, Las Vegas o Los Ángeles. Días de vacaciones en el destino con hotelazo pagado y un buen sueldo. La cosa está complicada pero sino lo intento, el no ya lo tengo. Espero la llamada para la entrevista y el día que sea, me lo pediré de vacaciones o sino mentiré como un bellaco y diré que tengo que ir a casa por problema familiares. No puedo dejar pasar la oportunidad. Eso si que es una compañía. Vuelan el 747 y el A340, y es una de las más lujosas del mundo... Yo lo hago lo mejor posible e intento olvidarme de para quien trabajo nada más subo al avión...pero estas cosas, se ven:
Y no. No estoy dispuesto a que con el tiempo, vea normales cosas que no lo son. En un Tenerife ida y vuelta, un rollo de papel higiénico por baño “porque esta compañía no cobra por el uso de los baños y pierde dinero con el papel higiénico así que un rollo es suficiente”. Me quedé muerto cuando al decírselo a mi Base Supervisor, me respondió eso. En cambio Virgin...nada más que con este anuncio, lo dice más que todo. Como son ellas!
Mañana seguiré contando mis siguientes salidas por Londres, que como comprenderéis, no se han quedado cortas ni muchísimo menos.
SÁBADO 26 DE JUNIO DE 2010
Bueno, parece que hoy la conexión me da otra tregua y va algo mejor que estos últimos días. Gracias a todos por vuestros comentarios. Me da mucha rabia no poder contestaros en vuestras actualizaciones, pero es que si me pongo a eso y a cargar blogs, se me puede ir internet al purrio en menos que canta un gay. Ya no queda nada para irme al nuevo piso y desde allí ya haré vida normal internetera como la hacía en Madrid. Para que os hagais una idea de a donde me cambio, esta es una imagen del edificio. Tiene unos canalitos muy monos al rededor y como una especie de loock. Está chulo. Y tengo el tren y el bus al aeropuerto en la puerta. El tres de julio es ya!.
En el trabajo genial por ahora aunque algunos días acabo muerto. Es un no parar. Me he dado cuenta que mientras más del sur sean los pasajeros, más mal educados son, peor te tratan, peor se tratan y más escandalosos son. Por ahora los peores vuelos son los italianos. Ayer tuve un Roma y de verdad, no entiendo como vienen con tanta maleta y como pasan de todo el mundo y van a lo suyo. Si se le dice que en un sitio no la pueden poner, es que no la pueden poner. Los nórdicos lo entienden aunque no sepan porqué no, y la ponen en otro sitio sin rechistar. El otro día por culpa de la huelga estuvimos con los pasajeros embarcados 4 horas metidos en el avión. Lo mismo. Por más que se le explica que todo es gracias a una huelga de controladores en Francia y que no se les puede desembarcar a la terminal porque Control nos podía dar el ok para despegar en cualquier momento y si hay que embarcarlos de nuevo con todas las maletas, perdemos el slot, se quedan igual y te gritan y te llaman de todo. Menos mal que son minoría y en general lo entienden. Hubo uno monísimo con un bebé, que necesitaba leche para el biberón, así que yo estuve todo el tiempo muy pendiente y le dije:
-Todo lo que necesite para el bebé, por favor hágamelo saber que haré lo que esté en mis manos.
-Muchas gracias de verdad...lo que necesito no creo que me lo puedas facilitar... tendríamos que darle al bebé algo de fruta...
Y yo muy misericordioso pero encantado de lo mono que era el padre le dije:
-Yo tengo un plátano que si quiere se lo doy.
Fui, le di mi plátano al padre así como muy agarrándole la mano para compartir tal fruta entre los dos y me miró como emocionado y agradeciéndomelo mucho.
Al final ni despegamos ni nada y hubo que desembarcarlos a todos tal como vinieron, pero el padre monísimo me miró con una sonrisa... eso si, de regalito nos dejó un pañal cagado precioso entre asiento y asiento.
Vayamos a la segunda salida.
El sábado pasado, aprovechando que estaba off el domingo y el lunes, también salí por supuesto, cosa que pienso hacer hoy, ya que es el último bloque de domingo, lunes y martes que tengo off hasta dentro de un mes. Hoy será gorda, aviso. El caso es que me pillé el metro y para el centro que me fui, con mis complementos que ya son parte de mi. Ya no sé salir sin mi calzoncillo de cuero debajo y mi muñequera. Por fuera voy muy marica tradicional como siempre... la procesión va por dentro...porque son unos sudores...unos picores...pero queda tan bien....
Llegué al centro bastante tarde y además se me fue el santo al cielo en el metro y me pasé de estación porque iba encantado de admirar las tribus urbanas nocturnas tan exageradas que hay aquí. Un indio de esos iroqueses negro, un japonés o koreano con rasgos nordicos...unas cosas...maravilloso. El caso es que llegué a Vauxhall y me fui derecho al Code Bar. Allí bebiendo y bebiendo conocí a dos chicos españoles. Christian y Sergio. Sergio monísimo y con un morbo tremendísimo...era como un Guardiola de mis tiempos. El otro, Christian, era muy mariquita y más feo pero también muy salao. Christian se pilló un pedo de alcohol que tuvimos que sacarlo fuera a que vomitara muchísimo entre unos jaramagos. Las arcadas resonaban por todo Londres seguro. Yo le aguantaba desde atrás la cabeza como podía mientras el otro en pompa vomitaba. Aquello parecía desde fuera que yo se la estaba metiendo y a él le estaba sentando fatal. A mi me encantó. Luego se fueron enseguida y ya me quedé sólo. Tengo sus números así que algún día quedaremos. SOBRE TODO CON SERGIO.
Y claro, me metí en el Code Bar de nuevo pero ya en las profundidades...esto es, en la pista del fondo con los empotradores drogadictos. Hubo uno que estaba apoyado en la pared, agarrando a otro maromo por la cintura, y al pasar yo, me cogió por banda, dijo algo estilo “lovely” y me pegó un morreo tremendo. Yo como no reaccioné, sólo super abrir muchísimo la boca y tragar y olerle los sudores, como siempre. Luego me soltó y me dijo señalándo al otro: Es mi novio. Claro, yo de repente como que me dio el síndrome Paquita Rico y me avergoncé de que el novio estuviera allí pegado también pero al fijarme en el novio, me dio cuenta que no se había enterado de nada. El maromo agarraba al novo por la cintura porque sino el novio se colapsaría en un santiamen. La postura del cuello era como de Cristo crucificado tras la última espiración, con la lengua colgando y un bote de ghb en la mano. Una estampa preciosa de pareja y de fresca al lado.
De allí decidí que lo mejor era meterse en el Fire, que el sábado pasado había estado con el del hotel, pero no había podido disfrutar del local a solas, como a mi me gusta disfrutar los sitios. Así que por 5 pounds gracias a una pulsera de esas que te dan, entré. El sitio ya lo conocía de otras veces que he estado en Londres, pero como es tan lioso de salas y de escaleras y barras, me pareció que era nuevo, amen de que las otras veces que he ido estaba drogado hasta las trancas y nunca me había percatado de la distribución de las salas. Es un lío todo pero bueno. De música, estupendo. Mejor que cualquier sitio de Madrid. Como un Space en un día grande. De gente...pues había de todo...desde esperpentos londinenses raros y horribles hasta maravillas de la naturaleza de estas que de repente se te abre el culo como si fuera un conducto del aire acondicionado de la Nostromo en “Alien, El Octavo Pasajero” y te cagas en mitad de la pista porque te has quedado flojo.
Deambulé muchísimo sin parar de beber y creo recordar que en la terraza de fumadores hablé muchísimo con muchísima gente, algunos españoles. Uno de ellos me dio un racimo de consumiciones, como 6, y las 6 me las bebí claro. El pedo era tremendo. Hubo un momento que fui al baño a orinar y de repente, en un cubículo, me encontré un negro sentado en el váter con la puerta abierta, un pito medio lánguido que le llegaba a la rodilla y un condón usado pegado en la rodilla. Sublime. Conocí a un muchacho que bailaba mucho y no paraba con el agua. Bastante pasado. Me decía que no se drogaba, que sólo era la música...pero me hice el tonto y en cuanto pudo se metió media pastilla entre pecho y espalda. Y claro, lo pillé, se avergonzó y se fue. Encima que le fui a decir que que envidia me daba... coge el muchacho, me miró como con cara de fracasado y salió corriendo. Que cosas...
Hablé muchísimo con un irlandés mayor bastante feo en una barra que ponen música más 80´s. Me invitaba a muchísimas copas además de las que yo tenía en el bolsillo...no sé de qué hablábamos la verdad...hubo un momento que me tocó el pito y me metió la mano por los botones del pantalón y claro, chocó con el calzoncillo de cuero. Me miró muy extrañado y me preguntó que qué era eso. Yo le contesté que era la placenta de mi madre que la llevaba enroscada en las piernas. No sé si lo entendió o no, aunque yo se lo dije en un inglés muy propio, pero el caso es que siguió intentando rebuscarme el pito en mitad de la barra y nunca lo consiguió. Hubo un momento que le dije que ya no me invitara a más, que me daba cosa, y me dijo que ok, que la próxima invitaba yo. Y claro, uno que es rubio pero no tonto, sabe que en esa barra no aceptan tarjetas, así que pedí dos whiskys, fui a pagar con tarjeta, me dijo el camarero que allí no se podía, puse cara de asombro y el irlandés me invitó a otras dos más. Con tol coño! Hijos, hay que aprovecharse de estas cosas porque ellos no se dan cuenta, no saben lo que hacen y parecen disfrutar del momento... Para mi beber todo el rato es muy importante y paso por alto siempre un chaperismo, si de él se pueden sacar algunos bebercios.
Mientras estábamos en ese plan, me miraba un muchacho monillo como de unos treinta y algo, en la otra punta de la barra. Y claro, a mi que me hizo tilín, pues también lo miraba mientras dejaba que el otro escarbase en el calzoncillo de cuero sin éxito. Cuando el irlandés horroroso se fue, se acercó este nuevo. Simon, de Londres y con su atractivo y todo. Era muy majo. Por supuesto también me invitó porque me dijo que me había visto intentar pagar con tarjeta y no había podido. Yo me seguí haciendo el tonto, claro.
Allí estuvimos hasta que cerró sobre las 6 supongo que fue. Salimos juntos y nos encontramos al irlandés feísimo, tirado en el suelo debajo del puente del metro, con la cartera esparramada por los suelos y el pantalón bajado enseñando medio culo. Había un muchacho a su lado, sentado, vomitando. Yo le levanté la cabeza a ver si estaba tan fatal como para llamar a la policía o algo, que me deba cosa dejarlo ahí después de haber sido tan generoso conmigo pero al levantársela vomitó como unas babas blanquecinas medio verdes con mucha espuma y me sonrió diciendo: -Pass me your phone. Yo le dije que qué valor tan grande y me fui con mi Simon calle abajo. Simon me dijo que vivía más o menos cerca y que porqué no me iba a su casa, que volver a la mía era un poco rollo con tanto metro de camino...así que mira, como lo de visitar casas es lo que he estado haciendo estos últimos 12 años, es lo que hice.
La casa era alucinante. Un loft de estos de doble altura con el dormitorio en balcón al salón y toda la pared del salón de cristal con unas vistas al skyline de Londres, a orillas del Támesis, tremendas. Tal que así:
La decoración era un poco British Museum, toda muy de mascaras chinas y tal, y muy rollo minimalista. Muy marica moderna pero ya de calidad y de posibles. Me ofreció algo para beber y me puso un Gin Tonic estupendamente presentado en su copaza y con su lima enorme en el borde. Nos sentamos en unos mega sillones de cuero del bueno (ahora el cuero es muy importante en mi vida parece) mirando al Támesis. Era tremendo! Hablábamos muchísimo, yo ya con este típico pedo que se te medio cierra un ojo y las palabras te salen un poco estilo cuando tienes un pelo de pito en los dientes... y claro, enseguida llegaron los tocamientos. Y a mi se me olvidó que tenía el calzoncillo de cuero puesto. Pues fue quitarme los pantalones con aquellas vistas tan elegantes y verme Simon con aquello puesto, que sin saberse como, le encantó y me puso otra copa. Me dijo que era Fantastic y que si yo era rollo leather. Yo le expliqué que para nada, pero que ya que lo tenía, mejor que ponerme un calzoncillo de mercadillo, me ponía eso que me parecía más úrbano. Yo esto se lo expliqué como pude...espero que se enterase. El sonreía mucho. Y allí, con aquellas vistas y aquellos skylines y aquellos Támesis de por medio, se la chupé.
Y allí, con aquellas vistas y aquellos skylines y aquellos Támesis de por medio, me la metió.
Encima el muchacho tenía popper, que aquí es como muy tradicional, y claro, entre el pedo que yo llevaba, las vistas, ese salón...total, que recuerdo perfectamente que mientras me la metía en el sillón de cuero, yo sólo hacía disfrutar de las vistas y acordarme muchísimo y muy repetidamente de esto:
A cada empotramiento, un Thames que me venía a la cabeza. Yo creo que ni pudimos acabar ni nada porque además sé que le intenté explicar que estaba siendo un polvo muy cabecera de televisión, cosa que no entendió jamás por más que le interpretaba la cabecera:
“Puuu, puuuuuu, puuuuuuuu, puuu, puuuuuuuuuuuu, puu, puu, puuuuuuuuuuuu....”
Pues ni así. Con la cosa tan de allí que es...
Me dejó dormir muchísimo...como hasta las 4. Una cama tremenda que tenía... sé que nos duchamos juntos y todo porque lo recuerdo desnudo en la ducha con un cuerpo muy propio y como que tengo flashes de yo estar enjabonándolo o algo por el estilo. Luego ya me desperté, me ofreció un bol de cereales riquísimo y un zumo de naranja estupendo y vimos un poco la tele. Además en el baño me ofreció cremas de ojos y cosas de estas y me eché muchísimo moisturized de La Mer, que es una marca estupenda. Sobre las 6 decidí que lo mejor era ya irse porque estaba mas para allá que pa ca... así que nos despedimos, nos dimos los teléfonos y hemos decidido que quedaremos lo antes posible. El 5 de julio, que tengo off y el puede, será el día. A ver a donde me lleva. A mi me gustó mucho...tan salao...
Lo peor de todo es que al salir del casoplón, de repente me dio como una brisa londinesa en la cara y me despejé muchísimo. Me dieron muchas ganas de fumar y de barra de bar y me dije: Son las 6. No tengo nada que hacer mañana ni pasado, estoy solo, desequilibrado, duchado, con cremas de La Mer en la cara y con un calzoncillo de cuero puesto. ¿Qué hago?. Me fui al Hoist. El bar de los cueros profesionales. Total, de perdidos al río, nunca mejor dicho.
En el Hoist nada más entrar olía a caca. Había un gentío tremendo y yo era él único que estaba en lencería. Los demás estaban todos desnudos y bastante pasados por cierto. Tanto que había varios en pelotas con los pitos rollo almendrita, bailando solos de cara a la pared como castigados y con unos culos muy caídos. Todos con pulseritas del Area y del Beyond, que es un after muy tremendo que cierra a eso de las 2 o así de la tarde. Supongo que vendrían de allí estilo yo cuando salía el sábado por la noche, me metía en la Center a las 6 y salía de allí por la tarde para ir al Paw a disertar con los de la barra. Aquí son más a la japonesa por lo de gran ciudad, y en vez de disertar desnudos, bailan contra la pared desnudos y punto.
Hablé mucho con un señor mayor (como siempre, la gente de más edad me parece más de hablar que la más joven) que terminó queriendo chuparme el pito en la barra, cosa a la que no accedí. Le dije que me acababa de levantar y que me había echado unas cremas de La Mer muy buenas como para que me viesen en un bar así, chupándome el pito en la barra un desconocido. Luego también había una especie de cruce de pakistani con pastor alemán o algo por el estilo, muy mono, que venía siempre detrás de mi. Al final ya no me pude resistir y nos liamos un poco pero al palparle el pito lo tenía también rollo almendrita así que enseguida me espeluzné. Y luego estaban los típicos que están en pompa en el sling este de cuero que cuelga del techo, esperando que alguien se la meta. Una cosa dantesca y de poco decoro que de verdad nunca he entendido. Aquí menos, porque ya estaban hasta con el guante de latex en una mano ofreciéndoselo a la gente que pasaba y con el bote de crema Crisco, que es la crema esa que se echan en los culos para meterse los puños y hacer de muñeco de Jose Luis Moreno. Yo para las 8 me fui porque no era el ambiente que me gusta...estaba la gente muy derrengaíta y como muy tirada. Por las noches en sábado es otro tema. Mucho más profesional, con unos modelos mucho más tremendos, todos más monos y con un ambiente más festivo. Claro, que un sábado por la noche también te encuentras esto:
No me pregunteis qué es porque yo tampoco lo sé. Pero más elegante que lo del domingo por la tarde me parece al menos, que aquello parecía esa tarde una colección de Ángeles Cristo en su último chill-out.
Esta noche a ver a donde voy... voy a ponerme al tanto de los eventos. Y que no me llamen del standby!.
En el trabajo genial por ahora aunque algunos días acabo muerto. Es un no parar. Me he dado cuenta que mientras más del sur sean los pasajeros, más mal educados son, peor te tratan, peor se tratan y más escandalosos son. Por ahora los peores vuelos son los italianos. Ayer tuve un Roma y de verdad, no entiendo como vienen con tanta maleta y como pasan de todo el mundo y van a lo suyo. Si se le dice que en un sitio no la pueden poner, es que no la pueden poner. Los nórdicos lo entienden aunque no sepan porqué no, y la ponen en otro sitio sin rechistar. El otro día por culpa de la huelga estuvimos con los pasajeros embarcados 4 horas metidos en el avión. Lo mismo. Por más que se le explica que todo es gracias a una huelga de controladores en Francia y que no se les puede desembarcar a la terminal porque Control nos podía dar el ok para despegar en cualquier momento y si hay que embarcarlos de nuevo con todas las maletas, perdemos el slot, se quedan igual y te gritan y te llaman de todo. Menos mal que son minoría y en general lo entienden. Hubo uno monísimo con un bebé, que necesitaba leche para el biberón, así que yo estuve todo el tiempo muy pendiente y le dije:
-Todo lo que necesite para el bebé, por favor hágamelo saber que haré lo que esté en mis manos.
-Muchas gracias de verdad...lo que necesito no creo que me lo puedas facilitar... tendríamos que darle al bebé algo de fruta...
Y yo muy misericordioso pero encantado de lo mono que era el padre le dije:
-Yo tengo un plátano que si quiere se lo doy.
Fui, le di mi plátano al padre así como muy agarrándole la mano para compartir tal fruta entre los dos y me miró como emocionado y agradeciéndomelo mucho.
Al final ni despegamos ni nada y hubo que desembarcarlos a todos tal como vinieron, pero el padre monísimo me miró con una sonrisa... eso si, de regalito nos dejó un pañal cagado precioso entre asiento y asiento.
Vayamos a la segunda salida.
El sábado pasado, aprovechando que estaba off el domingo y el lunes, también salí por supuesto, cosa que pienso hacer hoy, ya que es el último bloque de domingo, lunes y martes que tengo off hasta dentro de un mes. Hoy será gorda, aviso. El caso es que me pillé el metro y para el centro que me fui, con mis complementos que ya son parte de mi. Ya no sé salir sin mi calzoncillo de cuero debajo y mi muñequera. Por fuera voy muy marica tradicional como siempre... la procesión va por dentro...porque son unos sudores...unos picores...pero queda tan bien....
Llegué al centro bastante tarde y además se me fue el santo al cielo en el metro y me pasé de estación porque iba encantado de admirar las tribus urbanas nocturnas tan exageradas que hay aquí. Un indio de esos iroqueses negro, un japonés o koreano con rasgos nordicos...unas cosas...maravilloso. El caso es que llegué a Vauxhall y me fui derecho al Code Bar. Allí bebiendo y bebiendo conocí a dos chicos españoles. Christian y Sergio. Sergio monísimo y con un morbo tremendísimo...era como un Guardiola de mis tiempos. El otro, Christian, era muy mariquita y más feo pero también muy salao. Christian se pilló un pedo de alcohol que tuvimos que sacarlo fuera a que vomitara muchísimo entre unos jaramagos. Las arcadas resonaban por todo Londres seguro. Yo le aguantaba desde atrás la cabeza como podía mientras el otro en pompa vomitaba. Aquello parecía desde fuera que yo se la estaba metiendo y a él le estaba sentando fatal. A mi me encantó. Luego se fueron enseguida y ya me quedé sólo. Tengo sus números así que algún día quedaremos. SOBRE TODO CON SERGIO.
Y claro, me metí en el Code Bar de nuevo pero ya en las profundidades...esto es, en la pista del fondo con los empotradores drogadictos. Hubo uno que estaba apoyado en la pared, agarrando a otro maromo por la cintura, y al pasar yo, me cogió por banda, dijo algo estilo “lovely” y me pegó un morreo tremendo. Yo como no reaccioné, sólo super abrir muchísimo la boca y tragar y olerle los sudores, como siempre. Luego me soltó y me dijo señalándo al otro: Es mi novio. Claro, yo de repente como que me dio el síndrome Paquita Rico y me avergoncé de que el novio estuviera allí pegado también pero al fijarme en el novio, me dio cuenta que no se había enterado de nada. El maromo agarraba al novo por la cintura porque sino el novio se colapsaría en un santiamen. La postura del cuello era como de Cristo crucificado tras la última espiración, con la lengua colgando y un bote de ghb en la mano. Una estampa preciosa de pareja y de fresca al lado.
De allí decidí que lo mejor era meterse en el Fire, que el sábado pasado había estado con el del hotel, pero no había podido disfrutar del local a solas, como a mi me gusta disfrutar los sitios. Así que por 5 pounds gracias a una pulsera de esas que te dan, entré. El sitio ya lo conocía de otras veces que he estado en Londres, pero como es tan lioso de salas y de escaleras y barras, me pareció que era nuevo, amen de que las otras veces que he ido estaba drogado hasta las trancas y nunca me había percatado de la distribución de las salas. Es un lío todo pero bueno. De música, estupendo. Mejor que cualquier sitio de Madrid. Como un Space en un día grande. De gente...pues había de todo...desde esperpentos londinenses raros y horribles hasta maravillas de la naturaleza de estas que de repente se te abre el culo como si fuera un conducto del aire acondicionado de la Nostromo en “Alien, El Octavo Pasajero” y te cagas en mitad de la pista porque te has quedado flojo.
Deambulé muchísimo sin parar de beber y creo recordar que en la terraza de fumadores hablé muchísimo con muchísima gente, algunos españoles. Uno de ellos me dio un racimo de consumiciones, como 6, y las 6 me las bebí claro. El pedo era tremendo. Hubo un momento que fui al baño a orinar y de repente, en un cubículo, me encontré un negro sentado en el váter con la puerta abierta, un pito medio lánguido que le llegaba a la rodilla y un condón usado pegado en la rodilla. Sublime. Conocí a un muchacho que bailaba mucho y no paraba con el agua. Bastante pasado. Me decía que no se drogaba, que sólo era la música...pero me hice el tonto y en cuanto pudo se metió media pastilla entre pecho y espalda. Y claro, lo pillé, se avergonzó y se fue. Encima que le fui a decir que que envidia me daba... coge el muchacho, me miró como con cara de fracasado y salió corriendo. Que cosas...
Hablé muchísimo con un irlandés mayor bastante feo en una barra que ponen música más 80´s. Me invitaba a muchísimas copas además de las que yo tenía en el bolsillo...no sé de qué hablábamos la verdad...hubo un momento que me tocó el pito y me metió la mano por los botones del pantalón y claro, chocó con el calzoncillo de cuero. Me miró muy extrañado y me preguntó que qué era eso. Yo le contesté que era la placenta de mi madre que la llevaba enroscada en las piernas. No sé si lo entendió o no, aunque yo se lo dije en un inglés muy propio, pero el caso es que siguió intentando rebuscarme el pito en mitad de la barra y nunca lo consiguió. Hubo un momento que le dije que ya no me invitara a más, que me daba cosa, y me dijo que ok, que la próxima invitaba yo. Y claro, uno que es rubio pero no tonto, sabe que en esa barra no aceptan tarjetas, así que pedí dos whiskys, fui a pagar con tarjeta, me dijo el camarero que allí no se podía, puse cara de asombro y el irlandés me invitó a otras dos más. Con tol coño! Hijos, hay que aprovecharse de estas cosas porque ellos no se dan cuenta, no saben lo que hacen y parecen disfrutar del momento... Para mi beber todo el rato es muy importante y paso por alto siempre un chaperismo, si de él se pueden sacar algunos bebercios.
Mientras estábamos en ese plan, me miraba un muchacho monillo como de unos treinta y algo, en la otra punta de la barra. Y claro, a mi que me hizo tilín, pues también lo miraba mientras dejaba que el otro escarbase en el calzoncillo de cuero sin éxito. Cuando el irlandés horroroso se fue, se acercó este nuevo. Simon, de Londres y con su atractivo y todo. Era muy majo. Por supuesto también me invitó porque me dijo que me había visto intentar pagar con tarjeta y no había podido. Yo me seguí haciendo el tonto, claro.
Allí estuvimos hasta que cerró sobre las 6 supongo que fue. Salimos juntos y nos encontramos al irlandés feísimo, tirado en el suelo debajo del puente del metro, con la cartera esparramada por los suelos y el pantalón bajado enseñando medio culo. Había un muchacho a su lado, sentado, vomitando. Yo le levanté la cabeza a ver si estaba tan fatal como para llamar a la policía o algo, que me deba cosa dejarlo ahí después de haber sido tan generoso conmigo pero al levantársela vomitó como unas babas blanquecinas medio verdes con mucha espuma y me sonrió diciendo: -Pass me your phone. Yo le dije que qué valor tan grande y me fui con mi Simon calle abajo. Simon me dijo que vivía más o menos cerca y que porqué no me iba a su casa, que volver a la mía era un poco rollo con tanto metro de camino...así que mira, como lo de visitar casas es lo que he estado haciendo estos últimos 12 años, es lo que hice.
La casa era alucinante. Un loft de estos de doble altura con el dormitorio en balcón al salón y toda la pared del salón de cristal con unas vistas al skyline de Londres, a orillas del Támesis, tremendas. Tal que así:
La decoración era un poco British Museum, toda muy de mascaras chinas y tal, y muy rollo minimalista. Muy marica moderna pero ya de calidad y de posibles. Me ofreció algo para beber y me puso un Gin Tonic estupendamente presentado en su copaza y con su lima enorme en el borde. Nos sentamos en unos mega sillones de cuero del bueno (ahora el cuero es muy importante en mi vida parece) mirando al Támesis. Era tremendo! Hablábamos muchísimo, yo ya con este típico pedo que se te medio cierra un ojo y las palabras te salen un poco estilo cuando tienes un pelo de pito en los dientes... y claro, enseguida llegaron los tocamientos. Y a mi se me olvidó que tenía el calzoncillo de cuero puesto. Pues fue quitarme los pantalones con aquellas vistas tan elegantes y verme Simon con aquello puesto, que sin saberse como, le encantó y me puso otra copa. Me dijo que era Fantastic y que si yo era rollo leather. Yo le expliqué que para nada, pero que ya que lo tenía, mejor que ponerme un calzoncillo de mercadillo, me ponía eso que me parecía más úrbano. Yo esto se lo expliqué como pude...espero que se enterase. El sonreía mucho. Y allí, con aquellas vistas y aquellos skylines y aquellos Támesis de por medio, se la chupé.
Y allí, con aquellas vistas y aquellos skylines y aquellos Támesis de por medio, me la metió.
Encima el muchacho tenía popper, que aquí es como muy tradicional, y claro, entre el pedo que yo llevaba, las vistas, ese salón...total, que recuerdo perfectamente que mientras me la metía en el sillón de cuero, yo sólo hacía disfrutar de las vistas y acordarme muchísimo y muy repetidamente de esto:
A cada empotramiento, un Thames que me venía a la cabeza. Yo creo que ni pudimos acabar ni nada porque además sé que le intenté explicar que estaba siendo un polvo muy cabecera de televisión, cosa que no entendió jamás por más que le interpretaba la cabecera:
“Puuu, puuuuuu, puuuuuuuu, puuu, puuuuuuuuuuuu, puu, puu, puuuuuuuuuuuu....”
Pues ni así. Con la cosa tan de allí que es...
Me dejó dormir muchísimo...como hasta las 4. Una cama tremenda que tenía... sé que nos duchamos juntos y todo porque lo recuerdo desnudo en la ducha con un cuerpo muy propio y como que tengo flashes de yo estar enjabonándolo o algo por el estilo. Luego ya me desperté, me ofreció un bol de cereales riquísimo y un zumo de naranja estupendo y vimos un poco la tele. Además en el baño me ofreció cremas de ojos y cosas de estas y me eché muchísimo moisturized de La Mer, que es una marca estupenda. Sobre las 6 decidí que lo mejor era ya irse porque estaba mas para allá que pa ca... así que nos despedimos, nos dimos los teléfonos y hemos decidido que quedaremos lo antes posible. El 5 de julio, que tengo off y el puede, será el día. A ver a donde me lleva. A mi me gustó mucho...tan salao...
Lo peor de todo es que al salir del casoplón, de repente me dio como una brisa londinesa en la cara y me despejé muchísimo. Me dieron muchas ganas de fumar y de barra de bar y me dije: Son las 6. No tengo nada que hacer mañana ni pasado, estoy solo, desequilibrado, duchado, con cremas de La Mer en la cara y con un calzoncillo de cuero puesto. ¿Qué hago?. Me fui al Hoist. El bar de los cueros profesionales. Total, de perdidos al río, nunca mejor dicho.
En el Hoist nada más entrar olía a caca. Había un gentío tremendo y yo era él único que estaba en lencería. Los demás estaban todos desnudos y bastante pasados por cierto. Tanto que había varios en pelotas con los pitos rollo almendrita, bailando solos de cara a la pared como castigados y con unos culos muy caídos. Todos con pulseritas del Area y del Beyond, que es un after muy tremendo que cierra a eso de las 2 o así de la tarde. Supongo que vendrían de allí estilo yo cuando salía el sábado por la noche, me metía en la Center a las 6 y salía de allí por la tarde para ir al Paw a disertar con los de la barra. Aquí son más a la japonesa por lo de gran ciudad, y en vez de disertar desnudos, bailan contra la pared desnudos y punto.
Hablé mucho con un señor mayor (como siempre, la gente de más edad me parece más de hablar que la más joven) que terminó queriendo chuparme el pito en la barra, cosa a la que no accedí. Le dije que me acababa de levantar y que me había echado unas cremas de La Mer muy buenas como para que me viesen en un bar así, chupándome el pito en la barra un desconocido. Luego también había una especie de cruce de pakistani con pastor alemán o algo por el estilo, muy mono, que venía siempre detrás de mi. Al final ya no me pude resistir y nos liamos un poco pero al palparle el pito lo tenía también rollo almendrita así que enseguida me espeluzné. Y luego estaban los típicos que están en pompa en el sling este de cuero que cuelga del techo, esperando que alguien se la meta. Una cosa dantesca y de poco decoro que de verdad nunca he entendido. Aquí menos, porque ya estaban hasta con el guante de latex en una mano ofreciéndoselo a la gente que pasaba y con el bote de crema Crisco, que es la crema esa que se echan en los culos para meterse los puños y hacer de muñeco de Jose Luis Moreno. Yo para las 8 me fui porque no era el ambiente que me gusta...estaba la gente muy derrengaíta y como muy tirada. Por las noches en sábado es otro tema. Mucho más profesional, con unos modelos mucho más tremendos, todos más monos y con un ambiente más festivo. Claro, que un sábado por la noche también te encuentras esto:
No me pregunteis qué es porque yo tampoco lo sé. Pero más elegante que lo del domingo por la tarde me parece al menos, que aquello parecía esa tarde una colección de Ángeles Cristo en su último chill-out.
Esta noche a ver a donde voy... voy a ponerme al tanto de los eventos. Y que no me llamen del standby!.
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